Probablemente muchos niños y adolescentes recibieron un celular como regalo de Navidad. Sin embargo, la ONG No Chat advirtió que éstos no son el regalo más adecuado para los menores.

Lo anterior, ya que estudios han confirmado que el uso de celulares en menores de edad afecta en su desarrollo integral y que, por lo mismo, los expertos piden retrasar lo más posible la utilización de aparatos electrónicos de forma continua.

A partir de los 12 años hasta la mayoría de edad se recomienda una restricción en su uso, con un máximo de dos horas diarias para atenuar los efectos negativos y la hiperdependencia a los celulares. Así lo explica la directora ejecutiva de No Chat, Claudia Rodríguez, quien insiste en que se debe potenciar el uso de juegos tradicionales para el desarrollo de habilidades.

“Jugar con lo más simple fortalece en los niños las destrezas, valores y actitudes que son necesarias para un desarrollo integral. Un juego tradicional, a diferencia de los electrónicos o los celulares, permiten aprender a compartir, a esperar su turno, a valorar el rol de sus pares, a establecer relaciones fuertes y duraderas”, afirma.

Esto debido a que ese tipo de aprendizaje permite experimentar con sensaciones y movimientos, que son percibidos a través de todos los sentidos, distinto a lo que ocurre con los juegos tecnológicos que en la mayoría de los casos se limita a los visual y auditivo, dejando fuera por completo al tacto, al gusto y el olfato.

“El desarrollo de la infancia se pierde cuando un niño o una niña se limita a jugar con una máquina, mientras que los juegos tradicionales nos dan la oportunidad de conocer historias propias y ajenas, acercando a distintas generaciones. Nada reemplaza la experiencia real de jugar”, dice Rodríguez, agregando que esto permite el desarrollo de la organización, coordinación, cooperación, solidaridad, honestidad, amistad y respeto.

Los resultados de la Casen 2015 -que midieron la penetración de los dispositivos móviles en las familias- detectaron que un 11% de niños y niñas de cinco años tiene un celular funcionando, lo que sube a 30% a los ocho años, 50% a los 10 años, 71% a los 12 años y que es un 90% a los 15 años.

De acuerdo al estudio “Efectos de la adicción a los celulares en el colegio” publicado este año, la mayoría de los menores de 18 años utilizan hasta seis horas diarias sus teléfonos móviles, un 41% lo hace por la mitad de ese tiempo y un preocupante 10% reconoce que utiliza el celular hasta por doce horas diarias.