Un nuevo metraje muestra los rayos de Saturno en los anillos del planeta captados por el telescopio espacial Hubble.

El telescopio espacial Hubble de la NASA ha capturado nuevas imágenes de la temporada de rayos de Saturno, cuando el planeta anillado estaba aproximadamente a 850 millones de millas de la Tierra.

Este ciclo ha sido capturado por el programa Outer Planets Atmospheres Legacy (OPAL) del Hubble que comenzó hace casi una década para monitorear anualmente los cambios climáticos en los cuatro planetas exteriores gigantes gaseosos.

¿Qué son los rayos de Saturno?

Los rayos de Saturno son características transitorias que giran junto con los anillos. Según informa la ESA, la apariencia fantasmal solo persiste durante dos o tres rotaciones alrededor de Saturno.

Durante los períodos activos, los radios recién formados se suman continuamente al patrón. En 1981, la Voyager 2 de la NASA fotografió por primera vez los radios del anillo. El orbitador Cassini de la NASA también vio los radios durante su misión de 13 años, que finalizó en 2017.

Las nítidas imágenes del Hubble muestran que la frecuencia de las apariciones de rayos depende de las estaciones y aparecen por primera vez en los datos de OPAL en 2021, pero solo en el lado matutino (izquierdo) de los anillos.

Los seguimientos a largo plazo muestran que tanto el número como el contraste de los radios varían según las estaciones de Saturno. Este planeta está inclinado sobre su eje como la Tierra y tiene estaciones que duran aproximadamente siete años.

La información prosigue indicando que, este año, estas estructuras efímeras aparecen a ambos lados del planeta simultáneamente mientras giran alrededor del mundo gigante. “Aunque parecen pequeñas en comparación con Saturno, su longitud y anchura pueden extenderse más que el diámetro de la Tierra“, afirma la ESA.

El equipo de OPAL señala que la principal teoría es que los radios están ligados a las interacciones entre el potente campo magnético de Saturno y el Sol. Los científicos planetarios creen que las fuerzas electrostáticas generadas por esta interacción hacen levitar el polvo o el hielo sobre el anillo para formar los radios, aunque después de varias décadas ninguna teoría predice perfectamente los radios. Es posible que las continuas observaciones del Hubble ayuden a resolver el misterio.