Los investigadores encontraron columnas de piedra, edificios piramidales, escalinatas, plazas y otras estructuras en la zona. Según los expertos, la ciudad maya habría sido un centro importante en el periodo clásico.

Un grupo de arqueólogos mexicanos ha descubierto una milenaria ciudad maya que estaba escondida en la selva de la reserva ecológica Balamkú (en Campeche, sureste), a la que nombraron Ocomtún (“columna de piedra” en maya yucateco) por las numerosas columnas de piedra cilíndricas dispersas en el asentamiento.

La ciudad incluye grandes edificios piramidales, columnas de piedra, tres plazas con edificios y otras estructuras, con un núcleo que abarca más de 50 hectáreas. Según la hipótesis, fue un centro importante de las Tierras Bajas Centrales durante el periodo Clásico (250 – 1000 d.C), informó en un comunicado reciente el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México.

El descubrimiento de esta ciudad fue posible también gracias a la National Center for Airborne Laser Mapping de la Universidad de Houston, Estados Unidos y su tecnología LiDAR, una novedosa técnica que durante mayo y junio de este año fue utilizada para escanear el suelo y hallar estructuras ocultas.

Una ciudad maya con estructuras piramidales

El arqueólogo de origen esloveno Ivan Ṡprajc, quien dirigió la investigación, dijo que gracias a los datos recabados por el LiDAR se identificaron numerosas concentraciones de estructuras prehispánicas que comparten características con lo conocido de otras partes del área maya.

“La mayor sorpresa resultó ser el sitio ubicado en una ‘península’ de terreno elevado, rodeada por extensos humedales. Su núcleo monumental cubre más de 50 hectáreas y cuenta con diversos edificios de grandes dimensiones, incluyendo varias estructuras piramidales de más de 15 metros de altura”, agregó.

Uso de las piedras cilíndricas

Según Ṡprajc, este sitio debió haber sido un centro importante a nivel regional, probablemente, durante el periodo Clásico: “Los tipos cerámicos más comunes que recolectamos en superficie y en algunos pozos de sondeo son del Clásico Tardío (600-800 d.C.). No obstante, los análisis de muestras de este material nos ofrecerán datos más confiables sobre las secuencias de ocupación”.

Sobre las columnas cilíndricas que encontraron, el experto explicó que “debieron ser parte de las entradas a los aposentos superiores de los edificios”.

El INAH añadió que se trata de una acrópolis de planta rectangular, cuyos lados miden 80 metros y su altura es de unos 10 metros, y en su parte norte hay una pirámide que se eleva 25 metros sobre el terreno natural.

La ciudad maya pudo tener mercados y espacios para rituales

Asimismo, Ṡprajc estimó que Ocomtún sufrió alteraciones en el periodo Clásico Terminal (800-1000 d.C.) como “reflejo de cambios ideológicos y poblacionales en tiempos de crisis que, finalmente, para el siglo X, condujeron al colapso de la compleja organización sociopolítica y el drástico decremento demográfico en las Tierras Bajas Centrales mayas”.

El investigador refirió que también encontraron escalinatas, columnas monolíticas y ausencia de monumentos con inscripciones, lo que posiblemente fueron mercados o espacios destinados a rituales comunitarios.