En BioBioChile, conversamos con Nicolás Pérez, biólogo marino, divulgador en redes sociales y funcionario público de Sernapesca, quien nos contó sobre la realidad del océano y desmintió algunos datos desactualizados que siguen rondando en los medios.

Nicolás Pérez se tituló en biología marina por el año 2018 e inmediatamente comenzó a trabajar en el servicio público con Sernapesca. También hace videos en Tiktok divulgando ciencias marinas y mantiene una gran cantidad de seguidores a quienes les interesan sus contenidos sobre el océano.

Conocido en la plataforma como @nico.olasp, tiene a la fecha más de 200 mil seguidores y más de 4 millones de likes. Uno de sus videos más visualizados, con casi 2 millones de visitas, trata sobre el porcentaje del océano que conocemos, donde desmiente el enunciado que señala que “conocemos únicamente el 5% de mar”.

El joven comenta que decidió comenzar en Tiktok porque había mucha desinformación. “Había temas del océano con mucha desinformación al respecto o tal vez había información errada. Y pensé que era porque no había la suficiente divulgación”.

“Un día me hice un Tiktok, para ver videos como distracción y en ‘para ti’, me empezaron a salir muchos videos sobre temas como el Megalodón, el Kraken, las sirenas y otros más delicados”, agrega.

Nicolás hace hincapié en que si bien los mitos sobre el mar pueden ser entretenidos, hay información que resulta peligrosa para el cuidado de este ecosistema, por lo que vio necesario aportar de alguna forma. “Estoy aportando al cuidado del océano desde mi trabajo y también estoy aportando desde la enseñanza y la divulgación”, dice.

En BioBioChile, le preguntamos al experto sobre varios mitos, creencias e información errónea que se divulga sobre el océano. A partir de estas preguntas, señaló que hace falta educación ambiental y encontrar maneras de llegar a las personas.

“En cuanto a la educación ambiental creo que es algo que debería implementarse a nivel educacional. Pero por el momento no lo tenemos, así que este tipo de divulgación a través de las redes sociales está bien por ahora, lo usan harto los jóvenes”, afirma.

¿Cuánto conocemos realmente del mar?

Con regularidad, se expone el enunciado “solo conocemos el 5% del mar”, una frase muy atractiva que a simple vista causa impacto. Sin embargo, se trata de un estudio realizado en los 2000, que ahora no es más que una cifra bastante desactualizada.

La frase que ahora es correcto afirmar al 2022, es que: Actualmente, menos del 25% del océano ha sido observado, explorado directamente y/o mapeado”, corrige Nicolás.

A ello suma que, todo el tiempo se está explorando el océano y conociendo un poco más. De hecho, en enero de 2022, se ejecutó el primer descenso a la Fosa de Atacama, el lugar más profundo del mar de Chile.

Esta importante hazaña significó bajar hasta los 8.000 metros de profundidad y fue realizada por los oceanógrafos chilenos Osvaldo Ulloa y Rubén Escribano. Ningún ser humano había visto las profundidades de esa zona directamente hasta ese momento.

“Si bien hemos avanzado aun así falta mucho. Más del 70% de la superficie terrestre está cubierta de agua y la gran mayoría es salada del océano. Entonces claramente hay zonas que todavía no hemos descubierto, pero se va avanzando de a poco”, comenta Nicolás.

En Chile, un país costero, por ejemplo, existen varios organismos dedicados a la investigación, estudios y cuidados del mar. Instituciones como el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP), que se encarga de monitorear los recursos marinos y el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile (SHOA), donde se abordan temas metereológicos referente al mar.

También está el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), quienes fiscalizan y protegen los recursos hidrobiológicos y su medio ambiente. Además, este organismo se encuentra en las 16 regiones del país, con oficinas provinciales, incluidas dos oficinas insulares.

“No es que no se investigue el océano”, dice Nicolás, haciendo referencia a la falta de divulgación. Incluso señala que es cierto que se invierte más en exploración espacial que oceanográfica por motivos de interés público. “El que un país llegue a la Luna es mucho más genial que si fuera el mar”, reconoce.

Sin embargo, señala que “La NASA también hace investigaciones con el océano con satélites. Tenemos el NOAA que es de la Administración Nacional Oceanográfica de EE.UU. Toda una institución que se encarga de la investigación del océano, entonces se investiga, pero se destina más presupuesto al espacio”.

Criaturas marinas gigantes ocultas en el océano

En la misma línea de lo ‘poco’ que se conoce del mar, mucho se menciona sobre lo que se podría encontrar en las profundidades. Con el tiempo se han creado mitos y creencias sobre criaturas gigantescas escondidas en los lugares más recónditos del océano. Esto es técnicamente imposible.

“Esto no puede pasar, por la misma razón que se hace tan difícil explorar los fondos marinos y por la misma razón de que se conoce tan poco”, dice el experto. A ello agrega que, las profundidades del mar “son ambientes sumamente hostiles donde hay una presión gigante. Hay también baja temperatura, poco oxígeno disponible y pocos nutrientes para los organismos marinos”, asegura.

Todas estas condiciones adversas ya mencionadas, son factores que impiden la vida en el fondo marino. Es más, los pocos organismos que logran sobrevivir allí deben estar muy bien adaptados y ser de tamaños pequeños, ya que hay poco alimento disponible en esa zona.

“Está comprobado que a mayor tamaño del animal mayor es la cantidad de comida que debe consumir, entonces un animal como el Kraken o el Megalodón abajo no tendría el alimento disponible necesario. Tampoco se han registrado animales que sean capaces de pasar de zonas tan hostiles hacia la superficie”, añade.

No así, comentó que más arriba en la superficie, si existen animales bastante grandes. Existen algunos que pueden moverse dentro de la columna de agua como “el cachalote y los calamares gigantes. Porque si hay calamares gigantes, no como el Kraken, pero si los hay y son bastante grandes”.

Sobre estos animales, advierte que pueden llegar a tamaños de más de 10 metros y que si bien, se mueven dentro de la columna de agua, no pueden ir tan profundo por la presión que esta ejerce sobre ellos.

Yo intento transmitir que la realidad supera la ficción. Por ejemplo hay calamares que superan los 10 metros, se han registrado hasta los 12 metros, incluyendo los tentáculos“, afirma. Dentro de los pocos organismos que pueden vivir profundo, se encuentran algunos tipos de crustáceos, almejas, tubícolas, pepinos de mar y algunos peces pequeños.

Sirenas, ovnis y glaciares

Aunque a Nicolás le gustan las historias misteriosas al igual que a muchos, reconoce que es científicamente imposible la existencia de humanoides acuáticos, ovnis que se esconden bajo el mar o criaturas misteriosas congeladas en glaciares.

Sobre la existencia de sirenas comenta que se trata de una hipótesis de la antigüedad que posiblemente se terjiversó con el tiempo. “Posiblemente, confundieron a los dugongos y manatíes, porque la cola, sobre todo de los dugongos se asemeja a lo que describen como sirenas. Además como son mamíferos que amamantan a sus crías se podría dar”, informa.

Señala que, por lo general, cuando una persona cree escuchar sonidos o cánticos de lo que serían sirenas, en realidad podrían ser orcas cazando o ballenas comunicándose. Estas últimas emiten sonidos de altas frecuencias que parecen de otro mundo.

El experto, también se refiere a la teoría evolutiva. “Lamentablemente, para muchos, no hay ningún indicio de que puedan existir humanoides acuáticos. La hipótesis del mono de agua, de que un primate se adaptó al agua y se convirtió en sirena está descartada hace rato”.

Por otro lado, sobre los supuestos ovnis ocultándose en el mar o saliendo de él, afirmó que “nunca se ha registrado oficialmente un hallazgo de algún tipo de nave interestelar que haya estado bajo el agua. Todo eso son ‘fake news’ y todas las pruebas que muestran finalmente terminan siendo falsas”.

En cuanto a la hipótesis de naves espaciales atrapadas en glaciares (como en la Era del Hielo) o monstruos marinos congelados, afirmó que sería imposible porque el hielo no fosiliza. La fosilización ocurre donde hay sedimento, por eso cuando hay hallazgos arqueológicos en glaciares, siempre es en el sedimento debajo del hielo o alrededores.

“Se han encontrado bacterias, microalgas que se preservaron en hielo y son organismos que existieron y que quedaron ahí, pero no vamos a encontrar cosas raras”, aseveró. En glaciares, se han encontrado principalmente plancton, fitoplancton y microorganismos.

A pesar de ello, recalcó que parte de estas creencias quizás tienen que ver con la conexión de algunas personas con el mar. “Yo siento que es una parte bonita de nosotros el hecho de que podamos soñar y que podamos asociar al mar con temas misteriosos, mágicos y espirituales también. Yo soy muy científico, pero también tengo mi parte espiritual, mi parte que me acerca al mar”, dijo.

Los efectos del cambio climático en el océano

Para poner en palestra la crisis climática y como esta influye en los océanos, Nicolás se refirió al porcentaje de zonas protegidas que se registra en Chile hasta la fecha. “Actualmente se encuentran bajo protección oficial 1.500.000 kilómetros cuadrados de mar. Corresponde a más del 40% de la zona económica exclusiva (ZEE) del país“, informó.

Esto en el contexto de que existen 4 tipos de áreas protegidas: los parques marinos, las reservas marinas, los santuarios de la naturaleza y las zonas costeras protegidas de múltiples usos, que también pueden contener porciones de tierra. Frente a esto enfatizó que en algunas de estas áreas si se puede ejercer pesca pero de manera regulada.

Para que una zona sea protegida, también necesita cumplir ciertos parámetros según la normativa chilena actual. Estas tienen que ser zonas de reproducción, zonas de resguardo de especies de importancia o que tengan un estado de conservación en peligro. Por ejemplo que sean zonas en peligro de grandes cetáceos, o donde otros mamíferos vayan a alimentarse.

“Son factores que se van tomando para poder detener una zona de conservación, tiene que tener características partículas que la hagan especial. Pero para mi todo el mar es importante“, agregó el experto.

“Si hablamos de zonas protegidas donde realmente no se puede ejercer ningún tipo de pesca son poquitas. Si nos preocupamos de estos pequeños pedazos de zonas protegidas y destruimos el resto del mar no va a tener mucha eficacia la medida“, criticó.

Sin embargo, destacó que es necesario encontrar un equilibrio entre la producción y el cuidado. “Yo creo que igual afectan los intereses que hay de por medio, porque no es llegar y decir bueno en este lugar no se va a pescar más. Hay que buscar el equilibrio entre lo que es la sustentabilidad, el cuidado y los pescadores, la parte económica”.

En la misma línea dijo que la situación, por ahora, está bastante desiquilibrada. “En este momento lamentablemente la balanza está muy desequilibrada, sobre todo en Chile que además es un país costero. El océano es primordial para ayudarnos a combatir la crisis climática”.

Pa finalizar, hizo hincapié en su compromiso con el cuidado del océano, tanto en su trabajo formal, como en la divulgación en redes. “Quiero que la gente sepa que habemos funcionarios públicos con vocación. Me interesa que la información fluya hacia la ciudadanía“.