Un equipo internacional de arqueólogos ha descubierto la estructura ceremonial más grande y antigua construida por los mayas conocida hasta ahora.

Tal como recoge el medio español El País, el hallazgo -ocurrido en el Estado de Tabasco, en México– destaca la importancia del trabajo comunitario desde los inicios de esta civilización.

La investigación, publicada en la revista científica Nature, detalla que el enclave, llamado Aguada Fénix y que posee 563.000 metros cuadrados, está compuesta por una plataforma elevada entre 10 y 15 metros, con una extensión de 1,4 kilómetros de norte a sur, de la cual surgen nueve anchas calzadas.

Los expertos sostienen que estos restos tienen una data de entre 800 y 1.000 años antes de Cristo. De esta manera, supera al centro ceremonial del Ceibal ubicado en Guatemala. Con sus 950 años antes de Cristo, hasta ahora era considerado como la estructura maya más antigua.

Los investigadores utilizaron la tecnología Lídar, un método de detección con láser que crea un mapa en tres dimensiones. Además realizaron una prueba de datación por radiocarbono de casi 70 muestras.

Excavación en la plataforma superficial de Aguada Fénix | Takeshi Inomata
Excavación en la plataforma superficial de Aguada Fénix | Takeshi Inomata

Takeshi Inomata, profesor de la Universidad de Arizona, señaló: “Fue impresionante ver toda esa superficie. Es enorme”.

Inomata, uno de los autores líderes de la investigación, enfatizó que el descubrimiento marca un gran cambio en la historia de Mesomaerica, añadiendo que tendrá diversas implicaciones en el futuro.

Y es que el descubrimiento desafía los modelos concebidos hasta ahora, principalmente porque los científicos creían que la civilización maya se fue construyendo poco a poco, es decir, a partir de varias aldeas pequeñas que terminaron formando una estructura más amplia.

No obstante, esta excavación demuestra precisamente lo contrario: partieron de lo más grande para luego ir creando lo pequeño. “Yo creo que tener esa base tan potente les ayudó luego a organizarse y repartirse en aldeas más pequeñas”, sostuvo Inomata.

En tanto, el experto menciona que el hallazgo es la evidencia más certera de la transición entre un estilo de vida nómada a uno mucho más sedentario.

“Esto es clave para entender el pasado y cómo se fueron construyendo las civilizaciones (…) Seguramente no quisieron moverse de sitio para tener el dominio del maíz y para que nadie les robara”, comentó.

Pero no sólo eso, ya que Aguada Fénix además tiene otro llamativo detalle: la ausencia de evidencia clara sobre una desigualdad social muy marcada, cómo se deducía en anteriores hallazgos.

“También existía una brecha social, pero no tan profunda. No había reyes ni jerarquías como tal. Además, con este descubrimiento vemos que fue un trabajo de comunidad y que se dedicaban a lo mismo. Todo giraba entorno a los cultivos y a la pesca. Había una cierta semejanza entre ellos”, detalla Inomata.

Los investigadores continuarán haciendo investigaciones en la zona para poder conocer más acerca de la milenaria cultura maya.