Horas de terror se vivieron en ciudades como Los Ángeles y Collipulli debido a la formación de tornados que generaron daños en viviendas, autos, carreteras y dejaron 16 personas lesionadas en las últimas horas. Debido a que este es un evento muy poco común en Chile, existen muchas dudas respecto a su formación y características.

El doctor en Meteorología de la Universidad de Oklahoma (EEUU), Bradford Barrett, conversó con Radio Bio Bio e indicó que estos eventos aún son considerados como casuales en territorio chileno, si se considera que en Estados Unidos ocurren cerca de 1.000 cada año.

Asimismo, Barrett expresó que sus características fueron totalmente inusuales para la zona centro sur de nuestro país, teniendo en cuenta que marcó F1 en la escala Fujita-Pearson.

“Me di cuenta que este fue un tornado bastante intenso e inusual para todo el país de Chile. Me imagino que los efectos fueron inusuales, tanto por la temporada como por la región donde ocurrió”, indicó.

Por otra parte, el meteorólogo estadounidense estableció que, lo más probable, es que estos fenómenos hayan ocurrido por la acumulación de tres factores claves.

“Lo que nosotros entendemos es que este tipo de tornados fuertes se dan por tres ingredientes. El cambio de la dirección del viento desde la superficie hacia arriba (cortante de viento), la inestabilidad de la temperatura y la topografía del lugar por sus cerros y montañas, que pueden provocar cambios de vientos”, sostuvo.

Junto con eso, Barrett dejó en claro que, según su análisis, el tornado generado la tarde del jueves en Los Ángeles no tuvo relación con los efectos del denominado cambio climático en Chile.

“Se está investigando la relación del cambio climático con la frecuencia e intensidad de los tornados. Es casi imposible asignar la formación de estos fenómenos al cambio del clima, yo creo que este evento fue extraño y extremo, no siento que haya tenido que ver con efectos de climatológicos. En un país como Chile es difícil relacionarlos, porque ocurren muy pocos”, concluyó.

Por último, el académico aclaró que en territorio nacional existen profesionales adecuados para medir estos fenómenos, aunque se deben mejorar las capacidades de los sistemas de radar en un futuro cercano.