¿Por qué vemos el mar de color azul, si el agua es transparente? Ese es probablemente un cuestionamiento que todos en algún momento se han hecho.

La razón de por qué vemos colores azulados, verdosos o turquesas, entre otros, responde a que cuando los rayos solares inciden sobre las moléculas de agua la mayor parte del espectro de la luz (el arcoíris en el que se descompone) es absorbida, pero sólo la banda azul rebota y, como sucede con el cielo, el mar se ve azul, acorde a El País.

Pero los cambios a verdosos o turquesas tienen como explicación que en el mar no sólo hay agua, sino que también existen plantas, microorganismos y otros elementos que dan una paleta de colores que puede impresionar.

Sin embargo, esta espectacular paleta de colores está siendo afectada por el Cambio Climático y esto traerá consecuencias a la vida marina.

El cambio climático para el mar

El verde que podemos distinguir en espacios de mar se genera por el fitoplancton, un conglomerado de algas microscópicas -también poseen cianobacterias y protistas- que cuentan con un pigmento verde, la clorofila para realizar la fotosíntesis, lo que permite que se reflejen las tonalidades verdes.

Boris Horvat | Agence France-Presse
Boris Horvat | Agence France-Presse

Nature Communications publicó el estudio Ocean colour signature of climate change del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), que advierte cómo el aumento o disminución del fitoplancton afectará el color del mar, lo que descubrieron a través de la simulación de cómo estas algas absorben y reflejan la luz.

Según menciona Stephanie Dutkiewicz, investigadora del MIT y autora del estudio, el calentamiento altera la circulación oceánica y la porción de agua que emerge a la superficie, añadiendo que el fitoplancton necesita la luz (su fuente de energía) y nutrientes que vienen de las profundidades, pero son estos últimos los que están llegando en menor cantidad provocando estos cambios de color en el océano.

Las consecuencias del cambio

En palabras sencillas, para la investigadora Dutkiewicz “los cambios no parecerán enormes a simple vista, y el océano aún parecerá que tiene regiones azules en las regiones subtropicales y más verdes cerca del Ecuador y los polos”, esto se puede traducir en que la porción azul, será más azul y la verde, más verde.

Sin embargo, por muy sutil que sea, será lo suficiente como para afectar al resto de la red alimenticia que soporta el fitoplancton, destacó T13.

El cambio implica que al haber menos plantas, habrá menos zooplancton (animales microscópicos) de los que puedan alimentarse peces pequeños, reduciendo poblaciones y poniendo en riesgo a los depredadores más grandes como los delfines o los humanos, aunque esto podría ser un escenario lejano según el estudio Sustained climate warming drives declining marine biological productivity, que lo sitúa en 2300 aproximadamente.

En concordancia con lo anterior, para la Agencia Europea de Medio Ambiente el calentamiento está afectando seriamente a la vida marina y el riesgo para la biodiversidad, es aún mayor. Se refieren como un caso grave la disminución del plancton de aguas calidas en el Atlántico Nordeste, que afecta directamente en el desplazamiento de copépodos, el alimento de peces y otros animales de la zona.

Esto genera una serie de circunstancias que terminan con animales que no pueden encontrar alimento viéndose obligados a desplazarse para sobrevivir, lo que puede afectar a las poblaciones de peces, lo que finalmente podría terminar perjudicando a pescadores locales.

Para la Agencia Europea del Medio Ambiente el futuro es incierto, ya que no se puede saber cómo se comportarán las especies marinas con el calentamiento global, porque lo que se debe mitigar es el cambio climático para disminuir este y otros efectos, como la acidificación de los océanos, entre otros.

Si bien, cada playa mantendrá su identidad y podrás continuar tomando esa fotografía perfecta con el esplendor del mar de fondo, el sutil cambio en su color terminará afectando la fauna marina y también a la humanidad.