La explosión de rayos gamma tras el colapso de una estrella masiva ocurrió el 9 de octubre de 2022 y continuó brillando por meses.

En octubre de 2022 se registró la explosión cósmica más grande jamás observada, se trata de un estallido de rayos gamma que fue captado por diferentes observatorios de todo el mundo y fue apodado BOAT, por las siglas en inglés de la “más brillante de todos los tiempos”.

Ahora, un equipo internacional de científicos liderado por la Universidad de Washington descifró por qué esta descomunal explosión, que se originó tras la muerte de una estrella masiva, fue tan brillante y tuvo tanto alcance.

Resulta que la muerte de las estrellas es un fenómeno común por el que pasan todos los astros al término de sus ciclos, sin embargo, algunas estrellas más masivas que otras, dejan eventos con tamaños inimaginables y con consecuencias como, por ejemplo, la formación de agujeros negros.

¿Por qué la explosión cósmica “BOAT” fue tan deslumbrante?

El estudio, publicado en la revista Science Advances, explica que el estallido de rayos gamma GRB 221009A, que tuvo lugar el pasado 9 de octubre, se generó por el colapso de una estrella muy masiva que efectivamente desencadenó el nacimiento de un agujero negro.

Esto habría causado un inmenso destello de rayos gamma, seguido de un resplandor de luz que se desvaneció lentamente.

“Atribuimos este comportamiento a un perfil de energía superficial del chorro relativista. Se observa una tendencia similar en otros GRB energéticos, lo que sugiere que las explosiones más extremas pueden ser impulsadas por chorros estructurados lanzados por un motor central común”, dice el paper.

Los científicos también identificaron, a través de datos de longitud de onda múltiples, que la explosión inicial apuntó directamente hacia la Tierra, arrastrando una gran cantidad de material estelar.

Además, destacaron que el chorro de rayos gamma tenía una característica diferente a otros observados con anterioridad, y es que presentaba un núcleo apretado, “con alas anchas e inclinadas”, dice el estudio.

Esto explicaría por qué los astrónomos continuaron viendo el brillo de la explosión aún meses después de que inició, en longitudes de onda múltiples.

Para observar el impresionante evento en octubre pasado, el equipo de O’Connor utilizó uno de los telescopios del Observatorio Gemini, que se encuentra al sur de Chile.

Estas conclusiones, son “un enorme paso adelante en nuestra comprensión de los estallidos de rayos gamma y demuestra que las explosiones más extremas no obedecen a la física estándar asumida para los estallidos de rayos gamma comunes“, comentó a EFE, Brendan O’Connor, estudiante de posgrado de la Universidad de Washington y autor principal del estudio.

“Durante mucho tiempo hemos pensado que los chorros tenían forma de cucurucho de helado. Sin embargo, algunos estallidos de rayos gamma de los últimos años, y en particular el trabajo presentado aquí, demuestran que necesitamos modelos más complejos y simulaciones informáticas detalladas de los chorros de estallidos de rayos gamma”, concluyó Alexander van der Horst, profesor de Física en la Universidad de Washington y coautor del estudio.