La sonda Polar Parker de la NASA registró una emisión natural de radio desde el interior de la atmósfera de Venus.

Según detalló la NASA en su sitio oficial, la sonda detectó la señal de radio durante un breve giro por el planeta, signo de que había volado a través de su atmósfera superior.

“Esta fue la primera medición directa de la atmósfera de Venus en casi 30 años, y se ve bastante diferente del pasado de Venus”, explicó la agencia espacial norteamericana.

Al respecto, un reciente estudio confirmó que la atmósfera superior del planeta sufre cambios desconcertantes durante un ciclo solar, el ciclo de actividad de 11 años del Sol. “Esto marca la última pista para desenredar cómo y por qué Venus y la Tierra son tan diferentes”, señala la NASA.

Pese a que tanto la Tierra como Venus nacieron de procesos similares -ambos son rocosos y de tamaño y estructura parecidas-, Venus carece de campo magnético y su superficie se quema a temperaturas lo suficientemente altas como para derretir el plomo. Debido a esto, las naves espaciales apenas han sobrevivido un par de horas allí.

Pese a lo inhóspito que puede ser el planeta, estudiar Venus ayuda a los científicos a comprender cómo han evolucionado estos gemelos y qué hace que los planetas similares a la Tierra sean habitables o no.

El 11 de julio de 2020 la sonda Polar Parker capturó esta vista del lado nocturno de Venus | NASA

Fue el 11 de julio de 2020 cuando la sonda Polar Parker realizó su tercer sobrevuelo sobre Venus, pasando a sólo 833 kilómetros de la superficie.

“Estaba muy emocionado por tener nuevos datos de Venus”, admitió el astrónomo Glyn Collinson, del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA y científico principal del estudio, publicado en el Geophysical Research Letters.

En ese momento, uno de los instrumentos de la sonda llamado FIELDS detectó una señal de radio natural de baja frecuencia, lo cual llamó la atención de Collinson. Si bien la forma y la fuerza de la señal le parecieron familiares, no pudo ubicarla. “Luego, al día siguiente, me desperté”, dijo. “Y pensé, ‘¡Dios mío, sé lo que es esto!"”, agregó.

Se trataba del mismo tipo de señal captada anteriormente por el orbitador Galileo de la NASA, que exploró Júpiter y sus lunas antes de que terminara la misión en 2003.

Tal como la tierra, Venus posee una capa de gas cargada eléctricamente en el borde superior de su atmósfera, llamada ionosfera. “Este mar de gases cargados, o plasma, emite naturalmente ondas de radio que pueden ser detectadas por instrumentos como FIELDS”, indicó la NASA.

Cuando Collinson y su equipo identificaron esa señal, descubrieron que la sonda Polar Parker había rozado la atmósfera superior de Venus.

Los investigadores utilizaron esta emisión de radio para calcular la densidad de la ionosfera por la que voló Parker Solar Probe, algo que no habría sido posible sin mediciones directas.

La última vez que los expertos obtuvieron mediciones directas de la ionosfera de Venus fue en 1992, cuando el Pioneer Venus Orbiter llegó al planeta. “Entonces, el Sol estaba cerca del máximo solar, el peak tormentoso del ciclo solar”, detalló la NASA.

Las mediciones que se hicieron posteriormente mediante telescopios terrestres sugirieron que la atmósfera superior de Venus sufría cambios importantes durante los períodos de mínimo solar. De esta manera, Parker confirma que la ionosfera del planeta se vuelve considerablemente “más delgada” cuando el Sol se vuelve menos activo.

Cabe destacar que la sonda Polar Parker fue enviada al espacio por la NASA el 18 de agosto de 2018, siendo su objetivo el de rodear la circunferencia exterior de la corona del Sol. Pese a esto, ha realizado varios viajes cercanos a los planetas interiores.