Una cámara del fotógrafo de la NASA Bill Ingalls terminó derretida luego de ser alcanzada por las llamas en el lanzamiento del cohete Falcon 9 de SpaceX.

Lo increíble es que a pesar del estado en el que quedó el dispositivo, la tarjeta de memoria interna permaneció intacta, por lo que las fotografías “sobrevivieron”.

La cámara, una de las seis que dispuso Ingalls para registrar el lanzamiento, fue recuperada por el departamento de bomberos de Vandenberg, California, que llegó hasta la plataforma después del despegue.

Cabe señalar que la acción de bomberos en este tipo de actividades de carácter espacial es algo normal, y se realiza para asegurar el sitio.

Tal como recoge el sitio especializado en temas astronómicos Space, la cámara fue manipulada a través de un control remoto, lo que permitió conseguir imágenes del momento en que es alcanzada por el fuego.

Esto fue destacado por el propio Ingalls a través de sus redes sociales, en donde escribió “Cámara tostada”.

En una de las imágenes, se aprecia el momento en que Falcon 9 comienza a despegar, mientras que en otra de las tomas se ven las llamas. Finalmente, Ingalls mostró cómo quedó la cámara.

Aunque el fotógrafo lleva 28 años realizando este tipo de trabajos para la NASA , es la primera vez que una de sus cámaras termina derretida.

“Un lanzamiento de cohete levanta rocas y otros pedazos de escombros que pueden dañar o destruir una cámara”, escribió el fotógrafo.

“Las cámaras cercanas a las plataformas de lanzamiento tienen carcasas de protección, mientras que los filtros de lentes pueden ayudar a proteger las cámaras ubicadas más lejos”, agregó.

El cohete lanzado por Space transportó nuevos satélites que permitirán monitorear los niveles de agua en la Tierra. La misión ha sido bautizada como GRACE-FO y toma el relevo de la misión GRACE (2002-2017).