¿De dónde diantres apareció la covid-19, ese bicharraco a medias vivo que algunos llaman el covid, así como en inglés, porque les suena mejor?

En realidad, todos sabemos que nuestra bruta humanidad se sacó del bolsillo cerebral de ese mismo bolsillo bolsudo de donde se sacó el sida, la bomba atómica y la enorme codicia consumista neoliberal que durante tantos años aceptábamos como si fuese una virtud teologal.

Es decir, la covid-19 es una especie de feo espejo que nos muestra perplejos y, más lejos un futuro que sólo es un bosquejo.

Y esto, aunque tenga rima, no es nada de poético.