El viernes, el diario británico The Guardian reveló la existencia de una genial maquinita asesina desarrollada por Estados Unidos, que fue estrenada sobre seres humanos en Siria. Es un dron, un robot que funciona sin explosivos.

Tiene unos agudos ojitos electrónicos para detectar dónde hay seres humanos vivos que le parezcan sospechosos, y se les echa encima desplegando un remolino de hojas afiladísimas que en un santiamén dejan a sus víctimas reducidas a pedacitos chicos. Y, como los estadounidenses tienen mucho sentido publicitario, bautizaron su flamante maquinita como la Katana voladora o R9X.

Lo más genial es que esa maquinita casi no mete ruido. A lo más lo que se escucha son los gritos de las víctimas que han sido condenadas a muerte por el atroz delito de “parecer sospechosos”.