La Asociación Nacional de Trabajadores y trabajadoras del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural (AnfuPatrimonio) emitió un comunicado en el que manifiestan su molestia y preocupación por la información publicada en prensa sobre los antecedentes de Nicolás Cañas, recién anunciado como ganador del concurso público para la secretaría Técnica del Consejo de Monumentos Nacionales.

“Consideramos que los actos denunciados están reñidos no solo con la ética respecto a la protección del patrimonio cultural, sino también con la responsabilidad que conlleva el liderazgo de su cargo en importantes decisiones de resguardo del patrimonio y del trabajo con los profesionales funcionarios del Consejo de Monumentos”, señala el documento.

“Considerando las dificultades que afectan en los últimos años el funcionamiento de esta importante entidad técnica, dentro de nuestra Institución, lo esperable era que el resultado del concurso fuese la elección de un profesional con experiencia, capacidad e historial intachable”, agrega.

En el texto, la AnfuPatrimonio expresa que de “especial gravedad nos parece el fallo del tribunal de ética del Colegio de Arquitectos de Chile, que describe las malas prácticas del señor Cañas en edificios patrimoniales del Barrio Yungay, lugar destacado dentro del patrimonio arquitectónico y social de nuestro país”.

“Los y las trabajadores del Servicio demandamos acuciosidad y claridad en las decisiones de las autoridades del Ministerio de las Culturas las Artes y el Patrimonio para el nombramiento del cargo de Secretario del Consejo de Monumentos Nacionales en base a currículum calificado y experiencia acorde con el cuidado del Patrimonio Nacional”, finaliza el comunicado.

El arquitecto Nicolás Cañas se desempeñaba hasta el martes 11 de diciembre como Jefe del Departamento de Estudio y Registro Patrimonial de la Municipalidad de Providencia.

Según recoge Radio Universidad de Chile, en mayo de 2015 Cañas fue sancionado por el Colegio de Arquitectos por haber liderado una restauración de un inmueble patrimonial en el Barrio Yungay, que finalmente se transformó en “un desastre”.