"Yo soy Pablo Chill-E y no me van a agotar nunca, porque yo soy yo y era", manifiesta el cantante urbano chileno tras romper un silencio discográfico de un año con "El Duende Verde", uno de los álbumes locales más elogiados de la temporada 2023.

21 canciones le bastaron a Pablo Chill-E para convertir a “El Duende Verde”, su nuevo álbum, en uno de los lanzamientos más elogiados de la escena musical chilena en lo que va de 2023. No se trata de una colección de hits radiales ni mucho menos, sino del regreso del puentealtino a sus “raíces trap” y, de paso, a la industria discográfica internacional después de casi un año de silencio.

“La gente lo recibió bien, salió todo bonito. Yo estaba un poco nervioso de que no cumpliera las expectativas, y las cumplió todas. Me han comentado puras cosas buenas, no hay casi ni un comentario malo. Ese era el miedo que tenía: que la gente no lo entendiera”, cuenta a BioBioChile.

“Que la gente no lo pescara porque fuera puro trap, pero la verdad es que estaba equivocado. A la gente le hacía falta su dosis de trap, su dosis de lo que hago”, agrega sobre el álbum que, en la semana de su lanzamiento, encumbró algunas de sus canciones al ránking de las más escuchadas del streaming.

Mientras “Desahogo” (la primera pista del disco) podría ser descrita como el soliloquio dramático de un trapstar, “Nunca duermo” y “Puerto” ofrecen una colorida colección de imágenes de la vida gánster, así como “Chinesse” hace lo propio con la camaradería callejera. En “Robin Hood”, por su parte, Pablo Chill-E ajusta cuentas pendientes con citas explícitas a su biografía:

“¿Quien habrá sido? El Duende otra vez / Cablevisión, TVN y La Red basurearon mi nombre y si me acordé / El Mega también, ¿quién los vió? ¿quién los ve? / Ahora me pagan si salgo en TV, encima libero mi imagen / Después to’a la mierda que hablaron, ya se las cobré”, canta Chill-E.

El lanzamiento, que congregó a miles de seguidores en Plaza Italia el día en que el disco debutó en streaming, fue otra muestra del buen recibimiento de “El Duende Verde”. “Eso sí que estuvo brígido, hermano, yo nunca pensé que iba a llegar tanta gente, de hecho yo publiqué eso para que la gente que vivía cerca de la Plaza Italia. Pero nunca pensé que iban a llegar como 500 personas o más”.

“De repente nosotros estábamos en el piso de la galería Sima, en el último piso y empezaba a mirar abajo y estaba lleno, estaba lleno de gente, igual como cuando eran las manifestaciones, así mismo. Estaba lleno”, recuerda.

Al principio, Chill-E presentó la placa como un mixtape, decisión de la que se arrepintió días después. “Eso fue error mío, de haberlo llamado mixtape cuando terminó siendo un álbum. Porque al principio tenía 10 temas solamente, para mí eso es un mixtape. Y la diferencia entre un mixtape y un álbum, es que un álbum tiene mucho más temas y se graba en un solo estudio, como en una sola vibra, con un solo productor. En cambio, un mixtape es como algo más desordenado, por eso yo le puse El Duende Verde Mixtape, porque tiene temas de hace 3 años, 2 años, 1 año, y temas que he grabado ahora”.

(P): ¿Es tu álbum más personal?

(R): Sí, yo opino que es un álbum bien personal. Bien introspectivo. Es bien cómo para adentro. Cosas que yo siento. Yo creo que se nota un poco también la madurez que tengo hoy en día a como tenía la mente antes, ¿cachai? Yo encuentro que sí, que es un disco bien personal, sobre todo desde el primer tema ya lo dice todo: Desahogo.

(P): En “Desahogo” descargas varias reflexiones sobre tu vida, algunas muy duras. ¿Fue complejo dar curso a ese torrente?

(R): Yo la imaginé como el primer tema del concierto, que un poco como que te anticipa lo que va a venir. Cuando lo escribí, hermano, de verdad fueron las ganas de botar un poco mi odio, de botar un poco mi pena, de hacerle saber a la gente lo que estaba sintiendo. Porque en ese momento, hace como hace dos años, la gente estaba haciéndome cagar por las cagadas que uno se mandó. Me tenían así como con todo lo malo. Como que se les olvidó todo lo bueno que había hecho, todas las cosas positivas y se centraron solamente en hacerme cagar, en tratarme mal, en hacerme sentir mal. Yo quería hacerle sentir a la gente que igual tenía pena, y también tenía sentimientos encontrados. A pesar de que esté pa’ la cagada, yo soy yo, yo soy Pablo Chill-E y no me van a agotar nunca, porque yo soy yo y era. Eso quise demostrar un poco con ese tema.

(P): En comparación a tus otros trabajos, aquí hay notoriamente mucha lírica. Da la sensación, incluso, que te ejercitaste verbalmente en este tiempo. ¿Ves un cambio en este sentido en tus letras?

(R): Quiero que se nos deje de tratar a nosotros como si fuéramos ignorantes, porque cantamos música un poco más, por así decirlo, “de puras rimas encima de una pista”. No quiero que nos traten como ignorantes por eso. O porque venimos de abajo, porque somos cabros de población. Quiero que también se den cuenta que a pesar de que nosotros venimos de abajo y todo, también podemos y también sabemos usar palabras. Y eso quise demostrar, porque hay varios artistas que se esfuerzan, que ahí están haciendo las letras y buscan palabras buenas.

Por ejemplo, yo usé la palabra “paupérrimo”, que quizás mucha gente no sabe lo que significa, pero siempre he querido hacer ese cambio en mi música, para que se den cuenta que uno no es un ignorante, que uno es alguien que también lee, que también sabe, que también estudia, que uno le pone mente y corazón a la música, por lo menos yo a mi música. Siempre he tratado de usar palabras que no sean comunes, palabras rebuscadas, y para que la gente aprenda también, para que la gente que me escuche aprenda.

Pablo Chill-E: “El silencio fue porque yo no estaba de acuerdo con mi contrato”

(P): ¿Eres de anotar pensamientos o letras en libretas o en celulares? ¿Cómo es tu proceso?

(R): De repente, escribo mucho más en el celular, porque es lo que está al paso, pero de repente también tengo mi cuadernito que a veces lo traigo a algunos estudio, y la verdad es que uno fluye mucho más en el papel. Pero lo que pasa es que en el papel no podís borrarlo, o es más difícil, qué sé yo, pero sí me gusta el papel.

(P): ¿Cuál fue la razón de este silencio discográfico de un año? ¿Tiene relación con tu colaboración con Bad Bunny en el disco YHLQMDLG (2020)?

(R): No, el silencio fue porque yo no estaba de acuerdo con mi contrato y no quise sacar música. Yo me quise ir en mala con la gente del sello (G*Starr), ¿cachai? Yo estaba equivocado, pero en ese tiempo no me daba cuenta. Yo no quise sacar música, como que sentía que no quería que se ganaran mis monedas, ¿cachai? Pero ahora con la gente que me tenía firmado ya arreglamos todos los problemas y ya estamos bien. No tuvo nada que ver con eso (de Bad Bunny). De hecho, eso fue un impulso, hermano, fue un impulso que yo debería haber aprovechado, pero que ya no se dio ya y no importa porque el tiempo dio perfecto y voy para rey igual, yo sigo así.

(P): Hace tiempo la música urbana chilena da señales de que las cosas no están tan bien entre sus integrantes, y que son necesarias algunas “conversaciones pendientes” entre ellos (como Marcianeke con AK4:20). ¿Crees que se acabó -o que nunca existió- aquella etapa “gentil”?

(R): Yo pienso que es el ego de cada uno, yo por lo menos no comparto eso. Nunca he envidiado a ningún artista. Si he tenido problemas con otros ha sido porque a mí me han querido bajar, o me han querido tratar mal. Yo de ahí me cuelgo para tratar mal a otro artista, o hablar mal de otra persona. Pero yo soy ajeno a eso, soy súper ajeno a andar peleando con otros; al final venimos todos de abajo y vamos todos para arriba y encuentro que es una estupidez. Todos quieren medirse la p…, eso pasa realmente con los cabros de ahora, hermano, todos quieren ser el mejor, todos quieren no sé qué. Yo por lo menos soy ajeno a eso y siento que estamos bien unidos como género.

(P): ¿Te generó algún problema tu pelea con Álex Gárgolas? ¿Has tenido que dar algún tipo de explicación durante tus promociones en el extranjero? ¿Cómo crees que se entendió ese conflicto fuera de Chile?

(R): No, cuando voy afuera hay puro amor, sólo amor, cariño. Y los hueones que tiran la pelá, andan ahí escondidos. Los problemas que hay en redes sociales nunca me han generado algo en la vida personal; las cosas quedan ahí, igual que los haters que hay en las redes sociales. Siempre ha sido puro cariño cuando voy para afuera.