El cantautor falleció este lunes a los 77 años, en Madrid, donde estuvo hospitalizado por una semana.
Una severa opinión sobre el reguetón tenía el cantautor Pablo Milanés, quien hace algunos años afirmó que “no es música”, sino que recitar cosas superficiales y groseras.
El músico que falleció este lunes a los 77 años, afirmó en 2019 en una entrevista con el diario El Mundo, que no suele escuchar este tipo de ritmos y criticó sus letras y cómo se ha comercializado con los años.
“Me interesa en el sentido de analizarlo y criticarlo. La música de hoy se ha comercializado tan absolutamente que ya no es música’, afirmó.
“Diría que el reguetón es un recitativo de cosas, a menudo, groseras. Ya no tiene nada que ver con la música. Lo que están haciendo son monólogos. Cabe más dentro del teatro que dentro de la música, si es que el teatro los admite”, sentenció.
Pablo Milanés y el reguetón: “Hablan de cosas… que son superficiales y groseras”
Asimismo continuó su reflexión diciendo que este estilo urbano trata temas sociales de forma superficial y grosera, evadiendo tópicos como el amor o la revolución.
“Para quien, principalmente, cantó al amor y a la revolución, ¿resulta frustrante cómo se tratan ahora estos temas en la música?
No se tratan, los evitan”, aseveró hace tres años.
“La vida es la misma y la situación social y cultural del mundo es la misma. Sigue habiendo cosas para expresar que generen un sentimiento de amor y de lealtad al ser humano. Todo eso se está traicionando. Ahora hablan de cosas que nada tienen que ver con eso, que son superficiales y groseras”, reiteró.
Según Milanés, se “evaden todas las razones de la existencia del ser humano”. “Me parece lamentable y me parece más lamentable aún que haya compañías internacionales que estén apoyando eso, que estén inventando a diario pseudoestrellas que se desinflan rápido, pero da igual porque inventan otra, otra y otra”, acusó.
“Así el mercado no se agota, porque hay una cadena de artistas, emisoras, televisiones y compañías que no cesan de especular”, cerró.
