El vínculo entre el líder de Blur y la capital uruguaya quedó manifiesto en el regreso de la banda animada a los escenarios. Allí, cantó la canción que compuso en homenaje a uno de los edificios más emblemáticos de Montevideo.

Desde que el músico inglés Damon Albarn la visitó en 2013 con su banda “alma mater”, Blur, el amor por Montevideo fue tal que, ya al año siguiente, una fotografía antigua de la capital uruguaya ya era portada de uno de sus discos, “Heavy Seas of Love”.

La imponente figura del Palacio Salvo, el que fuera primer rascacielos de Suramérica a comienzos del siglo XX, le cautivó de tal manera que, durante la pandemia, escribió la canción “The tower of Montevideo” y la incluyó en su segundo álbum en solitario, “The Nearer The Fountain, More Pure The Stream Flows”, en 2021.

Aunque esta canción no integra el proyecto de Gorillaz, que el próximo martes regresará a Chile en un concierto en Movistar Arena, Albarn decidió que Montevideo fuera la primera parada de la gira 2022 de la banda animada, y que el primer bis fuera precisamente ese tema, “The tower of Montevideo”, donde habla de un fantasma que escucha música.

El inglés regresó a la capital más austral de Sudamérica para dar inicio a la gira mundial de Gorillaz, que incluye otros 32 conciertos por 18 países de América, Europa y Oceanía.

Gorillaz, que nació como una banda virtual en 1998, ideada por Albarn y el dibujante Jaime Hewlett mientras veían el canal de videos musicales MTV, es ahora un espectáculo de carne y hueso con 10 músicos y cantantes en escena, además del líder del mítico grupo de britpop Blur.

2-D, Murdoc Niccals, Russel Hobbs y Noodle. Así se llaman los personajes animados que animan el proyecto y protagonizan el espectáculo de dos horas con las hipnotizantes proyecciones de sus viajes y batallas en el espacio, en el fondo del mar o arriba de una moto en el desierto.

El espectáculo de Gorillaz fue más allá y mostró también algunas de las colaboraciones de la banda. Por ejemplo en “Strange Timez”, al inicio del show, canción que interpretan con el vocalista de The Cure, Robert Smith, esta vez en pantalla y en una Luna.

Como no podía ser de otra forma, con Gorillaz viajaron también los raperos Bootie Brown y De la Soul, que aportaron su “flow” en “Dirty Harry”, “Superfast Jellyfish” y “Stylo”.

El grupo ofreció una miscelánea de estilos y ritmos muy bailables, con un Damon Albarn que ejerció de capitán cantando, tocando el teclado y la melódica y manteniendo a la audiencia encendida durante 28 temas.

damon albarn
EFE

No faltaron los inconfundibles “Feel Good”, “On melancholy hill” y “Clint Eastwood”, esta última en su versión “Clint Refix”, junto al cantante de reggae y dj Sweetie Irie, quien también se sumó a esta gira.

En un bienintencionado español, Albarn anunció dos temas nuevos que presentó en Montevideo, “Cracker Island” y “Silent running”, además de decir a los uruguayos “los extrañé mucho” desde su última visita, en 2017, también con Gorillaz.

Como si la pandemia jamás hubiera existido, el cantante se bajó del escenario y se acercó a los enfervorizados seguidores, dejándose tocar y abrazar por quienes ocupaban los primeros lugares al tiempo que inmortalizaban el momento con sus teléfonos móviles.

El “jefe de los monitos”, como fue denominado por el productor del show en su cuenta de Twitter, llevaba dos días en Montevideo y, como él mismo confesó durante el espectáculo, tuvo la oportunidad de visitar el Palacio Salvo, ese emblema de la arquitectura montevideana al que dedicó su canción.

El recital de Gorillaz integró el cartel del Festival Primavera 0, que este año cumple 10 años y en el que también participaron la argentina Nathy Peluso, figura de la escena alternativa internacional, y el uruguayo Agus Zeballos, joven referente del ‘freestyle’ local.