El rapero español presentó en Fauna Otoño la gira "Sin Cantar Ni Afinar", centrada en las canciones de su exitoso álbum "El Madrileño".
C Tangana fue protagonista del regreso de Fauna Otoño, festival que anoche se reencontró con su público en Movistar Arena en una fecha que reunió, además, a Caribou, Sen Senra, Soulfia, Ela Minus, Lizz, Clara Cava, Chicarica y Yeimy.
En escena, el español presentó la gira “Sin Cantar Ni Afinar”, centrada en las canciones de su exitoso disco “El Madrileño” (2021), uno de los más elogiados del circuito internacional de la temporada pasada.
Con un show de herramientas cinematográficas y una una pantalla principal que hizo de contexto (y que incluyó un inicio de créditos, transiciones y delicados tiros de cámara), Tangana hizo gala de la puesta en escena de su último álbum, que evoca los sonidos del flamenco y la música tradicional ibérica.
Sobre el escenario, en vez del formato clásico de una banda de acompañamiento, se dispuso un panel de sillas y mesas a la usanza de un restobar antiguo, donde los músicos ejecutaban sus instrumentos y participaban de la trama.
Entre ellos (y en el desarrollo del espectáculo), un histriónico mozo iba repartiendo cócteles a los “invitados” (incluido Tangana), y prendiendo los cigarrillos de los artistas cuando lo ameritaba.
“Demasiadas mujeres”, “Párteme la cara”, “Los tontos” y “Comerte entera”, entre otras, fueron algunas de las canciones que el rapero interpretó acompañado de un multitudinario coro de principio a fin, que dejó de manifiesto su arrastre en la audiencia local.
Las palmas y bailes al estilo flamenco fueron la reacción natural de los asistentes, que ofrecieron una especial ovación para el séquito musical liderado por la voz de Lucía Fernanda y la guitarra de Antonio Carmona, pieza clave del grupo Ketama.
Canciones como “Tranquilísimo” y “Ateo”, parte del catálogo del hispano, también matizaron el recital con el lado más trapero de C Tangana.
Chillidos, aplausos y reverencias de todo tipo fueron muestra de la transversalidad del espectáculo, que por sus características audiovisuales, estéticas y artísticas calza perfecto con el carácter televisivo de la grilla del Festival de Viña del Mar, ya acostumbrado a puestas de este talante.
Por poco más de 70 minutos se extendió la fecha local de “Sin Cantar Ni Afinar”, que despidió a su público tal como en las películas de antaño: con un “Fin” dibujado en pantalla gigante.
