Frente a la próxima votación que tendrán los vecinos de la comuna de Santiago sobre la ubicación del festival Lollapalooza, dos representantes de agrupaciones vecinales cercanas al Parque O'Higgins expresan sus posturas en torno al masivo evento.

En la última sesión de su Concejo Municipal, la alcaldía de Santiago resolvió este miércoles que la continuidad del festival Lollapaloza en el parque O’Higgins será sometida a una votación ciudadana.

Con esto, serán los propios vecinos de la comuna quienes decidirán si la próxima versión del evento, fijada para marzo de 2022 y con un cartel que podría contar con artistas como Foo Fighters y Miley Cyrus, continuará realizándose en el Parque O’Higgins o no.

Si bien esta consulta no cuenta con una fecha definida, hay pos posiciones entre los vecinos de Santiago por el futuro del festival: los que quieren que continúe en el mismo recinto de cada año y los que esperan que el evento encuentre una nueva ubicación.

Felipe Vargas, el presidente del Comité de Adelanto Seguridad Beaucheff-Club Hípico, afirma a BiobioChile que tanto él como la organización que lidera están a favor de que se realice el evento masivo musical, en especial porque “en este momento es necesario para muchos artistas de la música chilena y para las personas relacionadas al arte”.

Por otro lado, la idea de volver a tener el festival en el Parque O’Higgins no es aceptable para Paola Moreno, vocera de vecinos del Barrio Rondizzoni.

“Hay otros sectores. Hay otros lugares, entonces ¿Por qué caprichosamente tiene que ser el Parque O’Higgins? No es que estemos en contra de la cultura o el desarrollo, pero Santiago tiene otros lugares que son más apropiados para este tipo de eventos”, comenta.

El bien del parque y los vecinos

Moreno afirma que no se trata sólo del festival musical, si no que de todos los mega eventos que se realizan en el pulmón verde de Santiago.

“Al interior del parque se talan árboles para instalar los escenarios y eso incluso ha quedado así hasta hoy. Una vez trajeron un iceberg para mostrar el daño climático y lo único que hicieron fue quemar el pasto y llenarlo de hoyos”, acusa.

Respecto a este tema, Vargas afirma que no se puede apuntar a los eventos como la causa directa del deterioro de la zona, ya que se debe considerar también “si fue un trabajo conjunto de una mala administración o mala gestión del parque”.

“Tengo entendido que el Lollapalooza hace un evento, cumple con los requerimientos de la municipalidad de Santiago y lo deja lo mejor posible, porque también hay unas boletas de garantía que determinan lo necesario en caso de que haya que hacer una indemnización”, señala.

Ante esto, la vocera de Barrio Rondizzoni recuerda un informe de Contraloría respecto a la edición 2019 del evento, donde “se evidencia el deterioro avaluado en 140 millones de pesos que no fueron repuestos por la productora, ni las boletas de garantía fueron cobradas por el municipio”.

Además, Moreno afirma que no sólo abogan por los daños que el terreno ha sufrido por la cantidad de eventos masivos que llegan al Parque O’Higgins, sino que también trae daños a la comunidad durante semanas antes del evento.

“El ruido es ensordecedor. Y no son sólo tres días del festival, son tres semanas antes mientras hacen el montaje y tres semanas después en que pasan los camiones, los generadores, todo. Realmente el barrio se vuelve insufrible”, explica.

Negociación versus reubicación

Vargas destaca la idea de que todo evento que se realice en el parque sea consultado por los vecinos. “La idea es crear mesas de trabajo para poder ponernos de acuerdo sobre cuáles son las externalidades que pueden ocasionar tanto al barrio como al mismo parque y buscar cómo se puede trabajar en un proyecto sustentable”, menciona.

“El festival del Lollapalooza en este momento es clave para muchos artistas de la música chilena y para personas relacionadas al arte. Y en estos momentos, el festival le viene bien a la música”, señala.

“Nosotros, como destino, no vamos a pretender que se vayan esas empresas porque generan trabajo, es por eso que buscamos una mejor convivencia, en donde todos salgamos ganando”, añade.

“Esto no es un capricho y no es un ataque al festival. Entendemos y sabemos que es un muy buen negocio, pero no podemos cuantificar el bienestar de una población y el bienestar de un parque”, cierra, por su parte, Moreno.