El exvocalista de Los Tetas, Camilo Castaldi, regresó a los escenarios a tres años de una mediática denuncia por violencia interpuesta por su expareja, Valentina Henríquez.

Luego de que en 2017 fuera demandado por violencia física y psicológica, el artista, conocido como Tea Time, se refugió en la casa de su madre, periodo en el que dejó su adicción a las drogas.

Si bien un año después la demandante solicitó suspender de manera condicional el proceso, el cantante continuó con su confinamiento, tiempo en el que trabajó como conserje en un edificio.

“Desde muy joven estuve en esta locura de las giras, de los shows, que era entretenido, no lo puedo negar, pero no me detenía a pensar en mi familia y me rodeaba de amigos pelotudos. En ese sentido, la música es muy falsa porque todos los que te rodean son ‘amigos’ y no es así”, señaló en conversación con La Tercera.

Fue así como poco a poco Castaldi comenzó a trabajar en nueva música. De acuerdo al citado medio, consiguió trabajo en Púrpura Records, un sello discográfico independiente ligado a la música electrónica.

Con un nuevo disco en solitario que espera tener disponible en la primera mitad de 2021, Tea Time volvió a presentarse en vivo. Fue el pasado viernes, en el marco de un show al aire libre en el Barrio Bellavista.

En tanto, el artista afirma que no ha tenido problemas cuando sale a caminar. “Las mujeres en la calle me tienen buena”, aseveró.

“Te diría que el 98% de la gente es buena onda. Peor lo pasan los taxistas, los micreros, que les gritan todo el día. Es difícil salir de este tema porque te estigmatizan, pero salió todo bien, se retiraron todos los cargos”, añadió.

“He tenido muchas pololas que me quieren, la madre de mi hijo salió a defenderme desde el primer momento. Dentro de todo lo que ha pasado, han sucedido cosas buenas. Antes era más inseguro y buscaba mucha aprobación. Ahora tengo más cuero de chancho y más humor”, puntualizó.