Frente a un Movistar Arena que vendió todas sus entradas (más de 12 mil personas), Charly García (67) se reencontró con el público chileno en el marco de “La Torre de Tesla”, la gira promocional de Random (2017), su último disco de estudio. El show, sin embargo, se centró en un repaso de su carrera de casi 40 años.

Yendo de la cama al living, Cerca de la revolución, Parte de la religión y Rezo por voz, entre otros, fueron algunos de los hits que amenizaron la fría noche capitalina donde el argentino demostró que, a pesar de su voz casi desvanecida y su leve movilidad en el escenario, aún es capaz de encabezar un espectáculo eufórico y emotivo.

A continuación, 5 recursos que ayudaron a García a salir victorioso (y ovacionado) de su reencuentro con la fanaticada local después de seis años de ausencia.

Escenografía a gran escala

“La Torre de Tesla”, literalmente, vigiló desde las alturas la presentación de casi una hora y media de duración. Instalada al centro del escenario, la estructura sirvió de eje para el despliegue visual de una lujosa escenografía, encerrada en cuatro telones que protegieron en todo momento el arribo y la salida de Charly.

Sentado en un acolchado asiento ubicado en el ala derecha de la plataforma (que más bien parecía un trono), rodeado de teclados y sintetizadores y un grandilocuente telepronter, el trasandino cantó y dictó instrucciones a sus músicos desde una esquina, casi estático pero con las provocaciones de siempre.

charly garcía
Lotus | Carlos Müller C.
BBCL
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Las “frases Charly”

Fiel a su estilo, el multinstrumentista dejó más de una frase picosa en su paso por el escenario del Parque O’Higgins. “Ahora vienen las canciones más picantes”, dijo con cara coqueta en la previa de Yendo de la Cama al living, uno de sus himnos.

En No llores por mí, Argentina, apeló a la rivalidad chileno-trasandina con gestos de disculpa al público. Y después, antes de Ojos de Videotape, lanzó una pregunta que a varios descolocó. “¿Venden morfina aquí?”, dijo mirando a su alrededor, desatando risas entre su banda.

Charly García  | Lotus Carlos Müller
Charly García | Lotus Carlos Müller

Factor Rosario Ortega

En escena, la deteriorada voz del músico es notoria. Por lo mismo, el concierto completo se sostuvo en la voz de su corista estrella, Rosario Ortega, hija de Palito Ortega y una de sus estrechas colaboradoras en Random.

Casi sin hacer contacto visual, la complicidad entre ambos funciona como piloto automático: fue la argentina quien agitó al público cuando este reaccionaba, y quien completaba las frases que Charly dejaba inconclusas cuando el aire se le iba. Su calidad vocal sorprendió a muchos, como también la calidad de su trío de músicos chilenos: el guitarrista Kiuge Hayashida, el bajista Carlos González y el baterista Antonio Silva.

Citas al pasado

No llores por mí, Argentina y El día que apagaron la luz, dos canciones de las entrañas de Serú Girán (la mítica “súper banda” que lideró junto a David Lebón, Pedro Aznar y Oscar Moro), también fueron parte del repertorio.

Demoliendo hoteles, Nos siguen pegando abajo (Pecado mortal) y la ya descrita Ojos de videotape, la penúltima del show, además de las canciones antes mencionadas, fueron algunas de las citas al pasado con que el argentino agasajó a sus fieles, quienes en varios momentos agitaron polerones y chaquetas al viento como en los días de los conciertos más salvajes de “Charly”.

Saludo a los ídolos

David Bowie, Lou Reed y The Beatles también fueron parte del “La Torre de Tesla”. El primero y el segundo irrumpieron juntos en Ojos de Videotape, mientras que los de Liverpool lo hicieron a través de uno sus filmes en El día que apagaron la luz.

El ítem cine, para el show, fue central: con escenas de 2001: Odisea en el Espacio y de Toro Salvaje en Rivalidad (una de las seleccionadas de Random), García entretuvo a su audiencia y de paso compartió los hitos culturales que, tal como ha reconocida en entrevistas, lo marcaron.

Imágenes de El Resplandor y otras de su encuentro en el estudio con Tony Sheridan (famoso como “el quinto Beatle”) en I’m Not in Love, también tuvieron espacio en el show. Uno de los segmentos más emotivos, sin embargo, vino con Cuchillos, donde compartió grabaciones de sus tantos encuentros con Mercedes Sosa, leyenda de la música popular argentina y una de sus más cercanas amigas.