Por estos días David Gilmour ofrece una saga de conciertos en el Royal Albert Hall de Londres. La ocasión ha servido para repasar los clásicos de Pink Floyd y las canciones que el guitarrista compuso en solitario a lo largo de su extensa carrera, pero también para explorar rarezas y nuevas versiones de viejos himnos.

Los conciertos comenzaron el 23 de septiembre, con un show de 23 canciones y repitiendo casi en el mismo orden el setlist. La sorpresa vino la noche del miércoles 28, justo en el último track de la cita, que toda la semana ha correspondido a Comfortably Numb.

Una de las razones del misticismo de esta canción radica en el juego de voces entre Roger Waters y David Gilmour, que justo en el coro se encuentran. Para sustituir las estrofas iniciales de Waters, el guitarrista optó por un jaque mate magistral: invitó al escenario a Benedict Cumberbatch, protagonista de la serie Sherlock y la película The Imitation Game.

Desde la oscuridad y vestido de azul, el actor irrumpió en la escena ante la expectación del público, pero esa no fue la única sorpresa. Al dirigir su voz al micrófono, su timbre se escuchó muy similar al de Waters, lo que sumado al parecido físico (rasgos de cara cuadrada, piel blanca, altura similar) desembocó en una experiencia novedosa para los espectadores.

Benedict Cumberbatch optó por hacer un dueto correcto, tratando de no desafinar y cantar siempre desde el bajo perfil. En escena, Gilmour se mostró solidario, al igual que el público, que fue testigo de cómo el actor dejó el escenario en plena canción para dejar a los músicos tocar.

A horas del concierto, el video del actor y el ex Pink Floyd deambula con furor por la web. En menos de un día, uno de los registros alcanzó las 103,958 vistas y sumando. Mira el video clickeando la imagen de arriba.