El escritor francés Jean-Paul Dubois fue recompensado este lunes con el Goncourt, el premio más prestigioso de la literatura francófona, por una novela sobre la felicidad perdida en un mundo en declive.

“¡Todo llega! Es adorable”, se felicitó el novelista, de 69 años, tras el anuncio del galardón por su novela Tous les hommes n’habitent pas le monde de la même façon (No todos los hombres viven en el mundo de la misma manera).

“Si las obras de Dubois fueran traducidas al inglés, tendría en Francia un estatuto comparable al de John Irving o William Boyd”, dijo Bernard Pivot, presidente de la Academia Goncourt.

Su 22ª novela narra la historia de Paul Hansen, que desde hace dos años está encarcelado en una prisión en Quebec. En primera persona, Hansen explica cómo ha llegado a compartir su celda con un motorista Hells Angel, un personaje aterrador y enternecedor a la vez, que sueña con “abrir en dos” a quienes le contradicen, a la vez que tiene miedo de los ratones y de las tijeras de peluquero.

El lector sabrá al final de la novela por qué Hansen, un hombre bueno, está en la cárcel. Entre tanto, le vendrán a la cabeza los recuerdos de una felicidad arruinada, en un mundo que desaparece dejando lugar a otro dominado por la injusticia y el desprecio.

Para hacer frente a su reclusión, Hansen habla con sus muertos, su compañera Winona, una pilota de hidroavión, su padre, un pastor danés austero y tolerante, y su madre libertina, que no tiene reparos en programar una película porno en su cine.

A lo largo de una carrera de tres décadas, Dubois, un escritor discreto y popular en Francia, ha construido un universo delicado y profundamente humano.

El novelista se impuso a los otros tres candidatos en liza por el Goncourt, entre estos la conocida escritora belga Amélie Nothomb, por su novela “Soif”, un súperventas en el que se mete en la piel de Jesús antes de la crucifixión.

En una primera selección, en la lista de aspirantes también había sido incluido el escritor argentino Santiago H. Amigorena por su obra “Le guetto intérieur”.

Por otra parte, el premio Renaudot fue a parar este lunes a Sylvain Tesson por “La panthère des neiges”, a partir de su experiencia en los confines del Tíbet para observar la pantera de las nieves.

“Espero que esto ayude a comprender y a proteger mejor a los animales que tanto lo necesitan”, reaccionó Tesson.