El cantante Diego Gallardo, conocido como Aire del Golfo, falleció a los 31 años. Colegas y familiares reaccionaron con impotencia.
El cantante Diego Gallardo, conocido en el circuito musical como Aire del Golfo, es una de las alrededor de 10 víctimas fatales de la crisis social que por estas horas remece a Ecuador.
El deceso de Gallardo fue confirmado por Miguel Ángel Loor, presidente de la Liga Profesional de Fútbol de Ecuador y pariente político del artista.
“Falleció por una bala perdida Dieguito Gallardo. Estaba yendo a recoger a su hijo al colegio. Un joven de primera, músico, padre, esposo, hijo, hermano, nieto, todo de primera. Primo de mi esposa, mi primo. Que desgracia. Una familia destruida”, comentó en redes sociales.
El hecho ocurrió en la ciudad costera de Guayaquil, uno de los epicentros de los disturbios que desde ayer tienen a la zona bajo control militar.
Según medios locales, tras ser herido con una “bala loca”, Gallardo se trasladó a un centro médico, donde falleció a causa de las heridas. Con esto, el artista se convierte en una de las 10 víctimas fatales confirmadas desde que estalló la crisis de seguridad.
El artista ecuatoriano se hizo conocido en el circuito latinoamericano en 2019, cuando bajo el seudónimo Aire del Golfo publicó el álbum “Dejar zumbar 1” y el sencillo “Mujer Pitahaya“.
Cuando le preguntaban por el género que practicaba, Gallardo respondía: “Tripipop”. “Yo no me dedico a un solo género, tengo reggae, blues, más rockeras, más acústicas. Pero siempre estoy apostando por conseguir un sonido propio”, comentó al medio La Revista de Ecuador hace siete años, tal como replica un reporte de InfoBae.
La fusión de ritmos folclóricos con música contemporánea fue parte de su estampa. El éxito de canciones como “Sin Embargo” y “Pirámide” atestiguan el arraigo entre sus fans.
La cantante ecuatoriana Vivianna, prima del músico, reaccionó con un emotivo mensaje en redes sociales al conocer el deceso de Aire del Golfo: “¡Acaba de fallecer mi primo Diego Gallardo por estos hijos de puta! Estamos en shock. No lo podemos creer. Qué dolor, es injusto”.
