Materias primas usadas por los artesanos chilenos, como las fibras vegetales y las arcillas, se encuentran en situación de vulnerabilidad. "Hoy es difícil llegar a lugares donde podamos recolectar la materia prima, ya sea por los incendios o porque cortaron los árboles donde se hospedan las fibras que trabajamos", relató una artesana. Las autoridades del Ministerio de Agricultura y de Indap acogieron la preocupación y definirán planes de acción para resguardar estas materias.

El ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, acogió una solicitud del mundo artesanal nacional, que desde hace varias décadas está viendo amenazada la obtención de materias primas para realizar sus oficios tradicionales, siendo las fibras vegetales y las arcillas las más vulnerables.

En ese sentido, se comprometió a trabajar, a través del Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap), los servicios del agro pertinentes y los actores del sector, en planes de acción concretos para enfrentar esta problemática.

El secretario de Estado participó la semana pasada, junto al director nacional de Indap, Santiago Rojas, y el director ejecutivo de Conaf, Christian Little, en la inauguración del “Primer Seminario Nacional de Materias Primas para la Artesanía, Materialidades en Riesgo”, que reunió en el Centro Montecarmelo a cultores, gestores, investigadores, docentes y público interesado.

El ministro Esteban Valenzuela relató varios casos que ha conocido respecto de cultores que enfrentan la falta de paja de trigo, pita, coirón y crin para la cestería en diversos territorios.

Dirigiéndose a la audiencia, dijo que “las conclusiones que tomen ustedes en este seminario deben movernos, y ahí entran la conservación, pensar en zonas patrimoniales de materias, las alianzas”.

Añadió que Indap seguirá impulsando en todo el país mercados de campesinos y artesanos, ya que “hay regiones donde existe mucha desigualdad y no tienen lugares de comercialización”.

También planteó la necesidad de crear a futuro una Escuela Nacional de Artesanos, “donde perfeccionarse y compartir conocimientos”.

“Hay que entender que tradición es también innovación. Veamos si con el INIA y el FIA podemos buscar maneras no sólo de acceso, de alianza para tener materias primas, sino además para explorar de manera respetuosa con la tradición cómo tener la materialidad, porque la espiritualidad de hacer la obra y amar los territorios y la belleza ustedes (los artesanos y artesanas) la tienen. Aquí estamos junto a Indap para fortalecer la artesanía, tesoro de Chile y posibilidad de empleo digno para miles de compatriotas”, dijo el ministro Valenzuela.

Por su parte, el director nacional de Indap, Santiago Rojas, afirmó que “es el momento de dejar de observar y pasar a la acción. Este seminario nos puede permitir avanzar en una mirada conjunta, discutida, dialogada en forma colectiva, que sea integradora, para institucionalizar una política pública clara para la sostenibilidad de las materias primas para el sector de artesanía tradicional de nuestro país”.

También dijo que en el país existen alrededor de 7.000 artesanos y artesanas, 4.900 de los cuales viven en el mundo rural (74,8% mujeres y 24,2% hombres) y son apoyados por la institución, quienes son una importante voz para impulsar un nuevo modelo de desarrollo en el país, donde se cautele la conservación del medioambiente y se impulsen prácticas de sustentabilidad.

Ministerio de Agricultura ayudará a resguardar materias primas de artesanos nacionales ante escasez
Ministerio de Agricultura | Indap

La voz de los artesanos

Durante la jornada, se realizó un conversatorio de “voces artesanales”, donde los cultores Fédima Soto, cestera de Chaiguao, en la región de Los Lagos; José Neihual, tallador en madera de Liquiñe, región de Los Ríos; y Georgina Castillo, cestera en coirón de Hualqui, región del Bío Bío, dieron a conocer sus experiencias de vida y las dificultades que tienen hoy para conseguir materias primas, debido a la actividad forestal, el mal manejo de los recursos y la destrucción de los humedales, entre otras razones.

Georgina Castillo contó que lleva más de 50 años trabajando en cestería, tiempo en el cual les ha ido enseñando a sus hijos y a una nuera, quien en su mejor heredera.

“Hoy es difícil llegar a lugares donde podamos recolectar la materia prima, ya sea por los incendios o porque cortaron los árboles donde se hospedan las fibras que trabajamos, pero vamos a llegar hasta adonde nos digan que hay, aunque sea muy lejos, porque no queremos que se pierda esta tradición”, relató.

Fédima Soto también dijo que debe trasladarse lejos de su hogar para encontrar el conquillo para sus artesanías, porque “van quedando pocos humedales, y la fibra que hay se la comen los vacunos y las ovejas”, a lo que se suma todo el trabajo de secado y limpieza que requiere esta cestería.

José Neihual enfatizó que “los artesanos no somos una fábrica, ya que una pieza requiere de todo un proceso, que va desde la recolección hasta las terminaciones, pasando por una mirada creativa”.

En su caso, dijo que, debido a la falta de algunas maderas tradicionales, ha debido experimentar con otras especies y rescatar troncos desde los ríos con tecla, bueyes y tractor.

Leslye Palacios, directora ejecutiva de la Fundación Artesanías de Chile, quien moderó el bloque de conversación junto a Elena Alfaro, directora del Programa de Artesanía UC, dijo que la actividad extractivista, la tala, los incendios y la producción ganadera son algunos de los principales agentes que están detrás de la escasez de materias primas.

Asimismo, llamó a sumar voluntades para contar con una política pública en esta materia, “y volver a tener canastos paperos y otras piezas tradicionales”.