Vecinos de la Región Metropolitana y del centro de Concepción son parte de la iniciativa “NO + Lacrimógenas”, la que busca concientizar sobre el uso de lacrimógenas en Chile y a la vez difundir y recoger documentación para presentar un recurso de protección por el uso indiscriminado de éstas en zonas residenciales durante las últimas manifestaciones.

El sitio fue inaugurado hace poco más de una semana y surge como una respuesta de vecinos de la urbe de la Región Metropolitana y del centro de Concepción al uso, por parte de Carabineros, de gases lacrimógenos como método de dispersión en las manifestaciones, gases que se ha comprobado son dañinos para la salud y representan un riesgo para la población que habita en estas zonas.

La entrada inicial del sitio es “Gases lacrimógenos en Chile y en el mundo”, texto del escritor, bioquímico y doctor en Biología Celular, Gabriel León. El escrito devela la composición de las bombas lacrimógenas utilizadas en Chile, la que corresponde al compuesto 2-clorobenzilideno malononitrilo, conocido popularmente como gas CS. “Se trata no de un gas, sino de un polvo que es dispersado utilizando granadas pirotécnicas. Este polvo resulta extremadamente irritante para las mucosas, particularmente para los ojos y el aparato respiratorio”, señala el experto. “Personas asmáticas o con enfermedades pulmonares pueden ser particularmente sensibles a la acción irritante de este compuesto, cuyos efectos pueden además percibirse en la piel y todas las áreas expuestas del cuerpo”, enfatiza el bioquímico, quien además asegura que el gas CS es muy persistente en el ambiente y puede estar activo hasta por cinco días bajo ciertas condiciones.

Actualmente no existen estudios sistemáticos que hayan analizado el impacto a la salud humana por la exposición prolongada al gas CS por lo que, según León, existe gran preocupación de la comunidad médica y científica “por su uso extensivo en protestas en Medio Oriente, Hong Kong y más recientemente, en Chile. Sin embargo, una revisión reciente de la literatura científica muestra que su uso, muchas veces en condiciones de poco control, genera alta mortalidad y morbilidad, con un impacto muy bajo además en el control de masas”.

El texto concluye con la premisa de que el gas lacrimógeno “es un arma química prohibida en tiempos de guerra y su uso contra la población civil debería prohibirse”.

El sitio web además está recogiendo testimonios breves de situaciones de riesgo que las personas hayan enfrentado (experiencias contadas en primera persona, en no más de 250 palabras) y registros audiovisuales asociados al uso de lacrimógenas.

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Vivo en una calle donde han llegado muchas bombas, nos cuesta respirar, nuestros ojos arden, mis hijxs están traumadxs con todo esto. Hoy salimos al parque, estábamos en los juegos y de pronto llegaron los carabineros tirando bombas. Todos esos niños salieron corriendo juntos a sus padres, con mucho miedo.
- Testimonio vecinal

La iniciativa de los vecinos de “NO + Lacrimógenas” cuenta con el sitio web como herramienta de difusión y presencia en las redes sociales Instagram y Facebook, plataformas en las que se divulgan testimonios, material informativo y convocatorias.

“Así suena una lacrimógena” es una de las últimas publicaciones del sitio, un breve video en el que un ingeniero en sonido muestra el real sonido que emite una de estas bombas ejemplificándolo en una canción de Víctor Jara. “Nunca más deberían sonar de otra manera, menos cerca de nuestrxs niñxs, abuelxs y personas con distintas condiciones médicas”, señalan desde la agrupación.

Para sumar a tu barrio a la iniciativa de No + Lacrimógenas, puedes escribirles en este link.