Aunque el tema de este montaje no es desconocido, la arista que desarrolla sí tiene mucho sentido, porque se menciona muy poco.
Por Leopoldo Pulgar Ibarra
“Mujeres al vapor” aborda la violencia de género en los sectores sociales de ingresos más altos, tan habituales y graves como los que ocurren en las familias de mediano o escaso poder adquisitivo.
Con cierta diferencia, ya que las crisis en el ABC1 se reflejan escasamente en los medios de difusión masivos, no así las de familias modestas, protagonistas constantes de programas televisivos y prensa roja.
En “Mujeres al vapor” se grafica qué pasa en la intimidad de quienes son víctimas de violencia intrafamiliar, más allá de ser personas que disfrutan de educación formal y buena situación económica.
La idea del encierro y del autoencierro como presente y pasado recorre esta obra, escrita por Erika Corbalán, que dirigida por Malú Jiménez tiene en su elenco a la dramaturga junto a Camila Leyva y Pamela Lizondo.
Tres mujeres que se conocen en un sauna, mientras relajan sus cuerpos y botan toxinas acumuladas en el vivir diario, que viven un tradicional proceso de acercamiento entre ellas.
Durante varias de sesiones de vapor, poco a poco, van disolviendo recelos y temores naturales hasta construir un espacio confiable para exteriorizar la intimidad personal y familiar.
Tipos femeninos
La violencia contra las mujeres en este sector social tiene al machismo y la agresión física y psicológica como el componente típico que domina y desestabiliza la relación intrafamiliar.
Sin embargo, es posible afirmar que la dependencia económica es mucho más relevante en este universo femenino ya que determina no sólo la sobrevivencia, sino que también satisface comodidades, gustos y hábitos caros.
Una traba más notoria si se considera que estas mujeres tienen la posibilidad de adoptar sus propias decisiones e independizarse… si no fuera por el peso de los valores y la función con que han sido formadas en la sociedad.
En una escenografía de madera que remite a un sauna, el elenco caracteriza a cada mujer según la forma como ha enfrentado el pre y post conflicto de violencia de género: la extrovertida-conversadora, la racional-reflexiva y aquella que, al parecer, recién está logrando su independencia.
La solidaridad entre ellas, ponerse de ejemplo para demostrar que se puede, la desaparición de los recelos y falsos pudores y el grito de libertad, poco a poco, van surgiendo junto con develar intimidades y procesos vividos.
Una obra con aristas autobiográficas que se entrega con honestidad, sentimiento y sentido crítico, un ejercicio escénico en que el humor, a veces oscuro o más liviano, ayuda a exorcizar los pesares.
Mujeres al vapor
Teatro Azares
Vicuña Mackenna 602
Viernes 20.00 horas.
Entrada general $ 7.000; estudiantes y tercera edad $ 5.000.
Hasta el 22 de marzo.
