El nombre de una colonia noruega donde se intentó desarrollar una sociedad utópica, en el nacimiento de EEUU, parece ser la referencia de este título del dramaturgo David Mamet (“Perversión sexual en Chicago”).

Leopoldo Pulgar Ibarra

Algo similar ocurre en esta propuesta que dirige Rodrigo Bazaes (“Pelo negro boca arriba”, “El lobby del odio”), traducción de Daniel Villalobos (“El club”), con las actuaciones de Camila Hirane y Marcial Tagle.

Un profesor universitario y una alumna no logran construir una relación perfecta, luego que ella le exige que le suba la nota que le permitiría aprobar un examen vital para obtener el título.

El académico, que se expresa con el autoritarismo habitual en el tono y en el sentido de sus palabras, al responder que la calificación podría mejorar si rinde otra prueba, no advierte que su piso social y sicológico se iría hundiendo como consecuencia de la percepción de la joven y la denuncia que realiza por abuso y acoso.

Estrenada en 1992, este clásico contemporáneo adelantó la discusión sobre el machismo en la sociedad patriarcal y los nuevos límites que se buscan establecer en la relación cotidiana hombre-mujer, sin que nadie tenga plenamente claro su sentido y alcance.

Oeanna. foto de Daniel Corvillón, M100 (c)
Oeanna. foto de Daniel Corvillón, M100 (c)

Fuerza y dinamismo

Lo que es cierto es la (casi) perfecta forma en que el autor desarrolla un conflicto que ocurre en una oficina común y corriente.

Junto a su gran dinámica y fuerza, que potencia la traducción chilena, los diálogos de Mamet van subrayando gota a gota la pérdida del sentido unívoco natural y social que, se supone, tienen las palabras y los conceptos, además de la implicancia que tienen en las conductas y valores.

Así, lo tácitamente aceptado en las relaciones hombre-mujer se transforma en un laberinto de sentido, con una dosis de incertidumbre e intenciones que enrarecen el relato y enredan al profesor, cuyas propias palabras y gestos lo llevan a un callejón sin salida.

Una opción que el director acentúa al no santificar el reclamo de la estudiante ni presentarla demagógicamente -subiéndose al carro de la ola feminista actual- como única víctima del sistema.

Muestra a la estudiante que interpreta Camila Hirane como protagonista de la lucha de la mujer por sus derechos, pero también envuelta en intereses, distorsiones y manipulaciones.

Y, al igual que el profesor que caracteriza Marcial Tagle, en ella también hay un desconocimiento y confusión respecto del nuevo sistema de pensamiento y valores y cómo afecta a todos en la sociedad.

Sugerencia que remarca la disposición bifrontal del escenario con el espectador como testigo o tribunal, incluso, presenciando el cambio de vestuario.

Las relaciones de poder y la crítica a sus objetivos en lo social, ético, intergeneracional, afectivo, ideológico, político, educativo e intelectual son abordados por esta obra.

Pero, por lo contingente, sobresale lo relativo al acoso sexual y laboral porque cuestiona la dimensión cotidiana y tradicional de comunicarse, dato esencial en una sociedad que asiste a un cambio socio cultural inevitable.

Un conflicto que Rodrigo Bazaes muestra con tal fuerza y credibilidad actoral que deja al espectador realmente tocado… como debe ocurrir cualquiera sea el tema o la forma teatral que se use.

Oeanna. foto de Daniel Corvillón, M100 (c)
Oeanna. foto de Daniel Corvillón, M100 (c)

Oleanna

Dirección: Rodrigo Bazaes
Dramaturgo: David Mamet
Traducción: Daniel Villalobos
Elenco: Camila Hirane, Marcial Tagle
Matucana 100
Jueves a sábado, 20.30 horas; domingo 19.30 horas.
Entrada general $ 6.000; estudiantes, tercera edad y jueves popular $ 3.000. Hasta el 2 de diciembre.c