El largometraje de Cristóbal León y Joaquín Cociña (ganador del Caligari Prize de la 8º Berlinale Forum, Mejor largometraje de animación en el Monterrey International Film Festival, México, 2018, y Mejor película latinoamericana, Festival Latinoamericano de Cine de Quito, Ecuador, 2018) es una obra notable, tanto por su historia y contenido, como por su excelente y sugerente manufactura.

https://drive.google.com/file/d/1ZYHOUhI4ygSb24fSboV3ssKT4i2NWVdN/view

La Casa Lobo es la historia de María, una joven que escapa de una secta de fanáticos alemanes (referencia ineludible de Colonia Dignidad) y se refugia en una cabaña, donde encuentra dos cerdos que, mientras merodea el lobo, se van humanizando.

Así, de estar “aislados de las tentaciones del mundo exteriores para cultivar nuestros corazones” (¿suena conocido?), María cae en un mundo cerrado, oscuro, aislada (¿Individualista?) con “sus” dos cerdos, con los peligros exteriores y sus miedos, externos e internos.

Así, La Casa Lobo se construye en base a los miedos, los peligros, las necesidades afectivas y los instintos posesivos, todo ello en un ambiente marcado por la precariedad, la constante transformación y la inestabilidad.

Realizada con la técnica del “Stop Motion” (animación realizada a través de sucesiones de fotografías de objetos -muchas veces figuras realizadas en plasticina o plastilina- que se van moviendo cuadro a cuadro para generar el movimiento), logra que la técnica y la estética (con figuras que se arman, se mueven y se desarman con papel engomado o “masking tape”, y un notable uso de lo pictórico) sean parte indisoluble del relato, de las atmósferas, del contenido psicológico e ideológico de esta historia compleja, gris, sofocante a ratos.

La Casa Lobo, primer largometraje chileno hecho con esta técnica, es una obra de arte en el que se funden cine, artes visuales y una historia con muchas capas y miradas posibles. Una película inquietante donde la luz es oscuridad (Colonia Dignidad con su control, represión, imposiciones y abusos) y la oscuridad, que pareciera ser cobijo y refugio, resulta ser una trampa.

La Casa de Lobo es una película para personas con cierto criterio formado (aventuro desde 12 años) que merece verse en pantalla grande, única forma de apreciar el trabajo plástico y visual de los artistas Cristóbal León y Joaquín Cociña.

Una cinta inquietante, que despertará fantasmas y miedos (personales, íntimos, colectivos y públicos) a más de algún espectador, con un resultado que merece el calificativo de CINE, con mayúsculas.

“La Casa Lobo” se exhibirá desde el 1 de noviembre, desde Antofagasta a Coyhaique, en multisalas y el circuito de salas de cine arte. Junto a “La Casa lobo” se mostrará el cortometraje de animación chileno “Waldo’s Dream” (Selección Oficial Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy, Francia) de Jorge Campusano, José Navarro y Santiago O’Ryan.

Más información de las funciones en el Fanpage de “La Casa Lobo” (@lacasalobo) y de DCI Distribución (dcidistribucion).

Exposición

En el Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM) estará, desde el 31 de octubre, una muestra sobre el proceso creativo y rodaje de “La Casa Lobo”, con una pieza arquitectónica, fragmentos de la película, objetos, sonido y material documental.

La Casa Lobo, DCI Distribución (c)
La Casa Lobo, DCI Distribución (c)

Ficha Técnica
La Casa Lobo
Dirección: Cristóbal León y Joaquín Cociña
Guión: Cristóbal León, Joaquín Cociña y Alejandra Moffat
Producción: Catalina Vergara y Niles Atallah
Productora: Diluvio y Globo Rojo
País: Chile
Género: Animación / Ficción
Formato: Fotografía Digital
Duración: 75 minutos
Idiomas: Español y alemán
Premiere: Forum 68th Berlinale