El viernes 5 de octubre, una Comisión Técnica inspeccionó los resultados del proceso de restauración de la escultura Unidos en la Gloria y en la Muerte (ca.1930) de Rebeca Matte (1875-1929), perteneciente a la Colección del Museo Nacional de Bellas Artes.
La obra fue dañada en febrero de este año con maquinaria pesada en el marco de los trabajos para deshabilitar el perímetro del evento deportivo Fórmula E, entidad que también corrió con los gastos de su restauración: más de $43 millones de pesos (a través de seguros contratados).
“El proceso de restauración de esta escultura devolverá a la ciudadanía una obra excepcional, que junto al Museo Nacional de Bellas Artes, entrega identidad a un polo cultural relevante de la capital. Tras lo ocurrido, se abrió la oportunidad de mejorar la lectura y apreciación de esta escultura que volverá al frontis del Museo de Bellas Artes”, manifestó la Ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Consuelo Valdés.
La comisión, que ha realizado el seguimiento a los trabajos desde el inicio del proceso, está compuesta por representantes del Museo Nacional de Bellas Artes, el Consejo de Monumentos Nacionales, el Centro Nacional de Conservación y Restauración, la Municipalidad de Santiago y el Servicio Nacional del Patrimonio.
Tras la inspección, se procederá al sellado de la escultura y a la aplicación de agentes protectores, quedando luego dispuesta para realizar el traslado del bronce para su instalación en el lugar de emplazamiento. Finalmente, se realizará una ceremonia oficial de entrega de la obra a la comunidad, la cual aún no tiene fecha.
El proceso, que comenzó en julio, ha estado a cargo del Taller Montes Becker, dirigido por Luis Montes Becker (padre) y Luis Montes Rojas (hijo), expertos en el tratamiento de piezas patrimoniales de bronce con una extensa trayectoria en diversos monumentos. Ellos han sido los responsables de restaurar, entre otros, La Fuente Alemana del Parque Forestal, el Monumento a Manuel Rodríguez de Parque Bustamante y el Monumento al Presidente Montt en Palacio Tribunales.
“La restauración de esta pieza no solo pretende subsanar los daños directos que recibió la obra de acuerdo al plan establecido en un comienzo, sino que también, los otros daños que ha ido acumulando a lo largo del tiempo. Por lo tanto, el resultado es muy acucioso y fiable, ya que un comité técnico compuesto por expertos de distintas instituciones gubernamentales, participó en cada una de las decisiones que se tomaron respecto a la restauración”, añade el restaurador Luis Montes.
La restauración no sólo abordó los problemas ocasionados por el accidente (fracturas y desgarros visibles), sino que fue integral y exhaustiva. Se hizo un diagnóstico y análisis que consideró el envío de una muestra al laboratorio para determinar la aleación de bronce que la compone, y así elegir el material con el que fueron soldadas las piezas.
Se restituyó, además, el pie de una de las figuras, y se restauró el desgarro de una de sus alas. Asimismo, se realizó un reforzamiento de su estructura interna la que consolidó de mejor forma la unión de las partes que constituyen el bronce.
Antiguamente la tecnología para soldar las piezas de bronce sólo lo hacía en forma superficial. Por lo tanto, con este trabajo, se protegió la escultura de forma general, consolidando su estructura. También se le limpió de manera profunda, se aplicó la pátina y finalmente se realizaron los trabajos de sellado y protección con barniz para restaurar la obra en bronce, así como su terminación con cera microcristalina.
En forma paralela, se trabajó en la base de piedra. Allí se efectuaron labores de limpieza, unión de grietas, reintegración de piezas faltantes y la aplicación de agentes antigraffitis. Los trabajos en la base fueron concluidos exitosamente.
