Todo indica que es primera vez que se estrenan en salas tres películas de ficción de cine chileno un mismo día. A esto hay que agregar que son tres cintas muy distintas, y de buena calidad. También cabe mencionar que la semana pasada se estrenó en 99 salas la comedia “No estoy loca” de Nicolás López, con 131.000 espectadores en su primer fin de semana.

Rey de la Araucanía y la Patagonia

“Rey”, de Niles Atallah (“Lucía”), recrea en forma creativa, experimental y muy estimulante la venida a Chile de Orelie Antoine de Tounens (Francia 1825-1878) para tratar de convertirse en rey de un nuevo reino: el de la Araucanía y la Patagonia, que trató de fundar a mediados del siglo XIX.

Esta es una cinta inclasificable, sin referencias cercanas, que propone una visualidad que incorpora fragmentos documentales y de películas de principios del silo XX y referencias a las fotografías coloreadas a mano, que deliberadamente deteriora el material fílmico para poner en tensión lo real y lo ficticio.

“Rey” es una cinta que cuestiona la historia al “completar” la información faltante con material que no calza. Que evidencia los choques culturales y cómo se impuso una “historia oficial” y el olvido, además de dejar a libre juicio los componentes de sueños, utopías, (de)formaciones culturales y locura.

Punto aparte es la música (Sebastián Jatz), que recupera y reinterpreta una antigua partitura especialmente encargada por Orelie Antoine de Tounens, con un piano antiguo, y genera una tensión sutil y bella con la imagen, entre pasado (las imágenes) y sonido (muy actuales).

Una cinta que, con el tiempo, sera de referencia y de culto.

“La Salamandra”: un mundo interior oscuro, retorcido

La cinta de Sebastián Araya Serrano (“Azul y Blanco”), con destacadas actuaciones de Elvis Fuentes y Cristián Carvajal (como protagonistas) y Tamara Acosta y Maria Elena Duvauchelle (en papeles secundarios), entre otros, introduce al espectador en un mundo oscuro y agobiante, una mezcla de mundo interior alterado por una sociedad enferma que no es consciente de lo que le pasa. O lo que pasa con muchos de sus integrantes.

Con un tema que no suele tratar el cine chileno (el mundo interior, psicológico y psiquiátrico), “Salamandra” es una buena cinta que logra generar y mantener tensión, ambientes densos y oscuros donde siempre estamos tratando de dilucidar qué es “realidad” y qué es fantasía, imaginación o proyección del protagonista.

Vale destacar la música de Manuel García (adecuada, salvo en algunas partes donde, a nuestro parecer, adquiere demasiado protagonismo). Como puntos cuestionables menores, se puede mencionar que se hace un tanto larga, además de la escena final, y un par de personajes que no requerían tanto tiempo (Alejandra Trejo) o que fueron poco convincentes (el padre del protagonista).

En síntesis, “Salamandra” es una cinta que abre un nuevo espacio al cine chileno.

“Sapo”: uno de los lados oscuros del periodismo chileno

Muchos medios de comunicación y periodistas, más allá del control, censura y represión de la dictadura (1973-1990) y sus órganos represivos (DINA, CNI y otros), colaboraron con ella, desinformando, omitiendo, mintiendo, delatando…

De aquella realidad se ha dicho y escrito, pero poco. Y ahora por primera vez se aborda el tema en el cine de la mano de Juan Pablo Ternicier (“03:34 terremoto en Chile”), con Fernando Gómez Rovira como protagonista.

“Sapo” nos recuerda a más de un periodista, aunque las referencias a Canal 13 y a Pablo Honorato son evidentes (al menos para quienes vivimos esos años). “Sapo” es valiente al abordar esta realidad que resulta incómoda (tanto para algunos medios muy importantes como para profesionales del área), sin embargo da la impresión que se queda corta, que quiso decir cosas, pero las dijo a medias. Como es la dictadura, de una o varias formas, continuará…