El rey Felipe VI de España inició este lunes una última ronda de consultas con los líderes políticos, para confirmar si, ante la imposibilidad de formar gobierno, convoca nuevas elecciones.
La cuarta economía de la Eurozona lleva ya más de cuatro meses con un ejecutivo en funciones, incapaz de tomar decisiones relevantes pese a que el país se debate todavía por superar una larguísima crisis.
Si hay nuevos comicios, la situación se prolongará tres o cuatro meses más, en el mejor de los casos. En el peor, el país espera no batir el récord belga de 541 días sin gobierno.
Con traje gris y corbata azul claro, Felipe VI fue recibiendo durante todo el día a portavoces de las fuerzas políticas, de menor a mayor representación parlamentaria.
Esta tercera ronda de consultas desde las legislativas del 20 de diciembre será mucho más corta que las anteriores.
El lunes el rey convocó a ocho formaciones. El martes, a las seis restantes, terminando por las cuatro principales: el partido de centroderecha Ciudadanos, el de izquierda radical Podemos, el socialista PSOE y el conservador Partido Popular.
Tras posar con cada político ante los fotógrafos, el monarca les acordaba menos de una hora en su despacho. El objetivo, confirmar si alguno ha logrado forjar alianzas suficientes -en un parlamento muy fragmentado- para ser investido presidente del gobierno.
La respuesta, conocida de todos: no.
Tras meses de negociaciones infructíferas, el plazo para elegir a un nuevo ejecutivo que suceda al del conservador Mariano Rajoy vence el 2 de mayo.
Sin embargo, parece probable que la Casa del Rey no prolongue la agonía política y anuncie, poco después del fin de los encuentros, la organización de nuevo comicios el 26 de junio: primera fecha permitida por los plazos constitucionales, y última antes del inicio de vacaciones del verano boreal.