(en)clave Masculino presenta una selección de cerca de cien obras de la colección del MNBA, en las que es posible apreciar prácticas de lo masculino que han funcionado como ejes de articulación de la modernidad chilena.
Destacan en la curatoría de Gloria Cortés nuevas adquisiciones como el Prometeo encadenado de Pedro Lira y piezas del acervo patrimonial de la institución que se exhiben por primera vez al público.
Son varias las versiones que realizó célebre pintor francés Jean Jacques Henner (1829-1905) de su obra Cristo Muerto (1892). Una de ellas se exhibe en el Museo de Orsay de París en forma permanente. Su compañera chilena, en cambio, no ha abandonado jamás los depósitos del Museo Nacional de Bellas Artes. Hasta ahora.
Este miércoles 20 de enero, a las 12 horas, se realizó en el Museo Nacional de Bellas Artes la apertura de la exposición (en)clave Masculino, que presenta cerca de cien obras de la colección patrimonial de la institución, a través de una curatoría que busca “cuestionar los modelos de género promovidos por el arte en tanto dispositivo articulador de imaginarios y contenidos (en clave); y al museo como principal territorio de ejecución y promoción de ese modelo (enclave)”.
En palabras de la curadora, Gloria Cortés. “No se trata de una exposición sobre hombres y mujeres, sino de cómo los conceptos de la masculinidad han dominado gran parte de las esferas políticas, sociales y económicas de nuestra historia”, explica la historiadora del arte.
La muestra, que se presenta en las alas norte y sur del segundo piso del Museo, se estructura en dos ejes principales: Identidades masculinas (ala sur), donde se exploran temáticas como la primogenitura, la pregunta por las sexualidades alternas, el homoerotismo —sección en que se incluyen el Prometeo encadenado de Pedro Lira, y Las dos Fridas del colectivo Las Yeguas del Apocalipsis, obra recientemente ingresada a la colección MNBA con motivo de esta exposición— o el “linaje museal”, en el que es posible con retratos y autorretratos de personajes clave para la historia del arte en Chile, como José Miguel Blanco, Virginio Arias, Pablo Burchard, Juan Francisco González o Camilo Mori.
Poder y sumisión (ala norte), en tanto, aborda problemas como el voyerismo sobre el cuerpo femenino y las violencias ejercidas sobre hombres, mujeres y niños. En este segmento, conviven clásicos de la colección patrimonial del Museo, Marchand d’ Esclaves o La Perla del Mercader, de Alfredo Valenzuela Puelma, con piezas que se han exhibido al público en contadas ocasiones, como la enigmática La fumadora (ca. 1900), de Vincenzo Irolli. También destacan obras que recogen motivos comunes del arte occidental de los siglos XVII en adelante, como la Muerte de Lucrecia (versión de autor desconocido) o el Sansón traicionado por Dalila (1873) de , las que además tienen en común Cosme San Martínrevelar situaciones de violencia.
Alfredo Valenzuela Puelma | La perla del mercader 1884
Estas inflexiones sobre la colección patrimonial del Museo son necesarias, de acuerdo a la curadora, por cuanto “no solo coleccionamos arte, sino también ideas y formas de pensamientos. Un museo que se transforma en un espacio patrimonial no solo de las obras que lo conforman, sino también del valor de las representaciones que cada época ha desarrollado y que nos permiten poner en cuestión su vigencia en la actualidad. Somos –o debemos ser- dispositivos para la transformación social y tener la capacidad para concebir a un museo a escala humana. Lo contemporáneo no necesariamente deben ser las obras, sino las miradas que ofrecemos a la comunidad como un espacio de invención social, experiencias y relatos compartidos”.
(en)clave Masculino permanecerá abierta al público durante todo el año 2016 de martes a domingo de 10:00 a 18:45 horas.
Henner | Cristo Muerto 1879
