El presidente francés, François Hollande, pidió este miércoles a los franceses que no cedan “al miedo”, tras los atentados cometidos por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) el pasado viernes en París.

La operación antiterrorista llevada a cabo la madrugada de este miércoles en Saint-Denis, al norte de París, “nos confirman una vez más que estamos en guerra, una guerra contra el terrorismo que ha decidido” enfrentarse a Francia, añadió en un discurso ante los alcaldes de las ciudades francesas.

Una mujer se hizo estallar y un presunto yihadista murió en un suburbio de París durante un asalto policial en busca del presunto cerebro de los atentados del viernes, parte de un operativo que permitió la detención de siete personas.

“Daesh (acrónimo árabe del EI) quiere instilar con sus matanzas el veneno de la suspicacia, de la estigmatización, de la división”, alertó el presidente francés.

Hollande añadió que algunos policías municipales podrán recibir armas de las reservas de la policía nacional. En Francia, los 3.900 agentes municipales no van armados.

También anunció que las autoridades procederán “inmediatamente” a la disolución de los grupos que hacen “apología del terrorismo“, una medida facilitada por el estado de emergencia instaurado en el país.

Tras los atentados, “nuestra cohesión social es la mejor respuesta y nuestra unión nacional lo demuestra. Debemos ser implacables contra cualquier forma de odio. No se debe tolerar ningún acto xenófobo, antisemita, antimusulmán”, declaró Hollande.

Joel Saget | AFP

Joel Saget | AFP

Se trata del primer caso de una mujer kamikaze en el país, cinco días después de que se registrara el primer atentado suicida de la historia reciente de Francia, con un saldo de al menos 129 muertos y 350 heridos y reivindicado por el grupo Estado Islámico (EI).

“Activó su chaleco de explosivos al principio del asalto”, detalló el fiscal de París, que sólo ha confirmado esta muerte. Fuentes policiales aseguran que hay otro muerto.

Al menos tres agentes resultaron heridos durante el operativo en un edificio del centro peatonal de Saint-Denis, al norte de la capital, donde se desplegaron militares, según fuentes de seguridad.

Los vecinos escucharon tiroteos durante casi una hora en el barrio, completamente acordonado. “Había disparos (…), explosiones como de granada y ráfagas intermitentes”, explicó a la AFP Alexia, que fue testigo desde su ventana.