“Si me pilla la noche en la ruta yo prefiero dormir en el camión, al que estaciono cerca de una comisaría en Temuco, porque da miedo transitar de noche por caminos de La Araucanía”. Este es el relato de J.M.O, camionero de la Región de Magallanes de 42 años, casado y padre de tres hijos, quien pidió reserva de su identidad y la de la empresa en que se desempeña.

En entrevista con el Diario El Pingüino confesó que desde hace tres años las cosas han ido empeorando cuando se transita por tierra desde Santiago a Punta Arenas y viceversa.

“En una de las picadas coincidimos con colegas –pequeños empresarios y conductores de camiones– y esta apreciación no es sólo mía: dos de ellos ya fueron asaltados, golpeados y perdieron su camión y ahora trabajan para otros, a la espera de recuperarse económica y psicológicamente”.

Hechos de violencia

“Ahí conocimos el caso de Rastelli, el argentino que también fue asaltado y estuvo a punto de que lo mataran porque quiso ofrecer resistencia para defender lo suyo, lo que le había costado años de trabajo lograr, pero lo aturdieron y le quemaron la máquina y su carga, que iba más encima para una especie de cooperativa de mapuches argentinos”, contó el camionero.

También dio a entender la coordinación que existe de los grupos violentistas a cada lado de la frontera, pues “la violencia ya terrorista, de frentón, saltó de La Araucanía chilena a Chubut, Río Negro y Neuquén y en una de esas, se extiende hasta la Provincia de Santa Cruz y ahí sí que la cosa de pondría más que peluda”, dijo.

Ni en caravana y con protección policial es seguro viajar de noche porque hay grupos de encapuchados que se mueven por aquí y por allá, distraen a los Carabineros y atacan por sorpresa cuando ellos han ido a actuar en el sector amagado, y como la acción policial está amarrada por los intendentes y los gobernadores, no pueden aplicar la ley porque después los procesan a ellos por violencia innecesaria, nos dijeron un par de carabineros con los que conversamos en Temuco”, relató J.M.O.

Apoyo al gremio

Hay que volver a marchar a Santiago, volver a mostrarle al Gobierno los vehículos y maquinarias quemadas por estos violentistas y, si es necesario hacer un paro. Estaremos junto a nuestros dirigentes para exigirle a este Gobierno medidas más concretas para proteger nuestras vidas, porque tenemos familias por las que responder; que cuide nuestras herramientas de trabajo, que son nuestros camiones, y que haga respetar la ley”.

A esto agregó que “los dirigentes del gremio de dueños de camiones sepan que estamos con ellos si se ponen de acuerdo para un paro. No somos cobardes, tampoco somos tontos”.

Miedo en La Araucanía

“Yo no me atrevo a transitar de noche por los caminos en La Araucanía. Quiero mucho a mi familia, a mi empresa y a mi fuente de trabajo para arriesgarme”, confesó el hombre.

Respecto a las posibilidades de que tome medidas en caso de encontrarse con individuos violentos en el camino, el camionero magallánico descartó esta posibilidad. “¿Qué podría cargar un arma de fuego para defenderme solo? No, señor, me quedo en Temuco, cerca de una comisaría y salgo temprano y rápido para allá y para acá… Siempre va a ser mejor prevenir que curar”, concluyó.