Alexis Tsipras llamó este viernes a los griegos a darle la victoria a la izquierda en las elecciones del domingo, que se anuncian apretadas contra los conservadores, para enviar a Europa un mensaje contra la austeridad.

“El resultado será determinante para Europa (…) el mensaje de nuestra victoria será enviado a Pablo (Iglesias) en España, a (Gerry) Adams en Irlanda y a un primer ministro progresista en Portugal”, dijo Tsipras a los miles de simpatizantes reunidos en la plaza Syntagma, en el mitin de cierre de campaña en Atenas.

El líder de Syriza y ex primer ministro se refería así a las próximas elecciones en estos tres países de la zona euro, que sufrieron la crisis de la deuda y donde se aplicaron numerosas políticas de rigor, como en Grecia desde 2010.

Pablo Iglesias, líder del partido izquierdista español Podemos, fue a Atenas a arropar a Tsipras, a quien elogió presentándolo como un “león” en un breve discurso desde el estrado.

“El domingo elegís entre un león y un conejo”, clamó Iglesias provocando risas entre el público, en una visible alusión al líder de la derecha griega Evangelos Meimarakis.

“Yo creo que Grecia se merece seguir con un león que dé la cara por su gente”, añadió en su breve discurso, muy aplaudido.

“El nuevo rescate era inevitable, y quienes dicen lo contrario cuentan mentiras. Con una salida del euro, los daños habrían sido mucho mayores”, dijo a la AFP el pensionista Ilias Pappas, que acudió a Syntagma con una bandera de Syriza.

El jueves, en su mitin final, el líder de Nueva Democracia Meimarakis retó de nuevo a Tsipras a aceptar su oferta de formar un gran gobierno de coalición, algo a lo que el interesado se niega en redondo.

Para Tsipras, todo ha cambiado desde que llegara al poder en las legislativas del 25 de enero.

Si entonces ganó con la promesa de poner fin a cinco años de crisis y austeridad, ahora concurre tras haber aceptado el 13 de julio un tercer plan internacional de rescate de 86.000 millones de euros a lo largo de tres años, condicionado a una serie de ajustes fiscales, reformas y privatizaciones que ha prometido cumplir si gana, al igual que Meimarakis.

Tsipras reivindica cierto margen de maniobra, y este viernes llamó al electorado a “votar por la izquierda, que es el único partido que puede negociar mejor con los acreedores la gran cuestión de la deuda pública”, que con el nuevo rescate ascenderá al 200% del PIB griego.

El giro del 13 de julio le costó no obstante a Tsipras una disidencia en su partido, razón por la cual decidió dimitir el 20 de agosto y forzar unas legislativas anticipadas con las que recobrar impulso político.

Los disidentes están ahora organizados en la formación Unidad Popular, que milita por salir del euro, y reivindica la victoria del “no” en el referendo del 5 de julio a las condiciones planteadas entonces por los acreedores para seguir financiando al país.

El ex ministro de Finanzas Yanis Varoufakis, que ha tomado distancias respecto a Tsipras, dijo este viernes que votará a Unidad Popular.

Los sondeos, apretados

Los institutos de sondeos pronostican una pelea ajustada entre Syriza y Nueva Democracia, y los analistas estiman a los indecisos en hasta un 17%, por lo que todas las opciones están abiertas.

La ley electoral griega da un bonus de 50 diputados al partido más votado, lo que significa que éste tendrá la sartén por el mango a la hora de formar gobierno.

Según los cuatro últimos sondeos, publicados este viernes por la tarde, Syriza aumentaba su ventaja respecto a Nueva Democracia, y se situaba entre 0,7 y 3 puntos por delante.

El tercer lugar se lo disputarán los socialistas del PASOK, los comunistas del KKE, los centristas de To Potami y los neonazis de Amanecer Dorado. Estos últimos esperan capitalizar la preocupación por la llegada incesante de refugiados, principalmente sirios y afganos, que transitan por Grecia camino de Europa occidental.

En busca de una coalición

Con los dos principales partidos lejos de la mayoría absoluta, fijada en torno al 37%, To Potami podría tener la llave de gobierno.

En una entrevista a la AFP, el candidato a diputado Haris Theoharis, de To Potami, dio a entender que su partido está dispuesto a colaborar con el más votado, y que la prioridad es tener un gobierno fuerte y estable y “no ir de nuevo a unas elecciones” a corto plazo.

Los comicios del domingo, tercera cita electoral del año en Grecia, tendrán lugar cuando sigue vigente, aunque suavizado, el control de capitales instaurado a fines de junio, una semana antes del referendo del 5 de julio, para proteger el sistema financiero griego.