Ir de shopping se ha vuelto en uno de los pasatiempos preferidos de aquellas personas adictas a la moda y a las tendencias. Pero muchas veces comprar algo puede transformarse en un serio problema cuando tal prenda no es de tu agrado, momento en que “devolverlo o cambiarlo” se convierte en la mejor alternativa.

Según la National Retail Federation, el 65% de las tiendas estadounidenses han tenido que lidiar con compradores insatisfechos en 2013, un 4% más que lo registrado durante el 2012.

Tal organismo indica que en 2012 las pérdidas debidas a devoluciones de prendas usadas llegaron a los 8.800 millones de dolares (entre defectuosas, manchadas o usadas que no pueden volver a ponerse a la venta y forman parte de las mermas contempladas por cada tienda de retail), esperando que al 2015 la cifra haya aumentado considerablemente.

Pero el wardrobing se ha ampliado a todos los campos, pues antes solo se restringía a clientes que devolvían vestidos de fiestas tras ir al evento. Ahora cualquier prenda es susceptible de una devolución tras varios días de haberla comprado y usado.

Los Simpsons

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En 2010, el diario Wall Street Journal hablaba de una relajación en la política de devoluciones en los principales centros comerciales del globo, medida que utilizaban las grandes firmas para contrarrestar la crisis; logrando así que los clientes potenciales se sintieran más confiados al saber que su dinero les podía ser reembolsado en cualquier momento. Sin embargo, vistos los resultados, dicha estrategia se ha vuelto en contra de los comerciantes y muchos están dispuestos a reducir pérdidas restándole libertad al comprador.

Razón por la que firmas como Bloomingdale’s colocó en su momento unas pegatinas negras en las prendas de más de 150 dólares como un método de precaución ante el uso de la prenda. Por lo que, si el cliente las quita, no podrá devolverlas.

Otras marcas del globo prefieren llevar un historial con el cliente y las devoluciones que este realiza en todo el país. Según la web Business of Fashion, Victoria’s Secret es una de las firmas que ya ha puesto en marcha este sistema. Incluso la cadena de ropa deportiva REI Inc (Return Everything), famosa por aceptar devoluciones en cualquier momento y bajo cualquier excusa, decidió restringir dicha política debido al abuso de algunos compradores que acudían a la tienda por el reembolso de su dinero porque un impermeable comprado hace un año “no es lo suficientemente resistente al agua” o unos zapatos con la suela gastada “no se ajustan bien al pie” es lo que sostiene la revista española S Moda.

Asimismo, firmas como Zara señalan en su página web que “no se harán reembolsos si el producto ha sido usado más allá de la mera apertura del mismo o si éste ha sido dañado”; mientras que en Asos, te devuelven el dinero del producto en 14 días, y los gastos de envío corren a cuenta del cliente si el artículo no está defectuoso o no se ha cancelado el pedido en un plazo de una semana.

En tiendas locales existen una serie de obstáculos para practicar este comportamiento un tanto “inapropiado”, pero frente a eso muchos comerciantes suelen aceptar cambios dudosos por miedo a la ola de reclamos que se podrían generar en torno a ello, y así perder un número importante de clientes.

Frente a esta “tendencia”, el 65% de las británicas confiesa haber devuelto prendas que compraron online tras haberlas utilizado, ello según un estudio realizado por la web FemaleFirst, por lo que teoría y práctica no concuerdan tanto como parece.

Plano en que el wardrobing aumenta y se convierte en el fenómeno que muchas personas adoptan de forma recurrente, ello debido a la crisis económica o solo como una forma de tener ropa nueva por un tiempo y después solicitar el dinero de vuelta o cambiarla por algo que marcará tendencia.

Los Simpsons

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Razón por la que en en abril de 2013 la publicación The Cut publicó un estudio bastante revelador, en que se mostraba que las personas solo usan el 20% de la ropa presente en su armario; por lo que, muchos se suman al wardrobing para recuperar la inversión en su guardarropa, o simplemente como un método para seguir comprando sin la necesidad de gastar dinero extra.

Si incluso muchas webs han denunciado esta práctica promovida por algunos blogger que adquieren la tendencia del momento, se fotografían con ella y la cambian por una pieza de la nueva temporada para así repetir tal conducta y siempre estar al día en las fotos que suben a la web

Pero las fashion blogger no son las únicas en adquirir este tipo de moda que genera millonarias pérdidas a las grandes firmas internacionales, sino que también es una practica muy usual en quienes amortizan el gasto de la compra renovándolo de forma constante (cada 15 días), obteniendo así la colección completa de algunas marcas de moda.

Frente a esto, ¿se pondrá freno al wardrobing? La decisión es una de las más delicadas a las que puede enfrentarse un comerciante, pues muchos de ellos basan su éxito en la confianza y libertad depositadas en el consumidor y pese al auge de tales prácticas, muchas veces los empresarios siguen confiando en sus clientes.

“Debe haber un equilibrio entre la prevención de estas prácticas y la buena atención al cliente”, afirmaba Rich Mellor, portavoz de la National Retail Federation, en Business of Fashion.

Si muchos aún se aprovechan de la típica frase “el cliente tiene razón”, la cual forma parte del triunfo de grandes almacenes y tiendas de gran distribución. En los comercios online, además, el wardrobing puede ejercerse desde el anonimato, sin tener que dar la cara en el establecimiento, pero quizá sin una política de devoluciones tan amplia y un tanto engorrosa que no se da en tal magnitud.

FOX

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