El gobierno yemenita en el exilio y los rebeldes chiitas inician este lunes en Ginebra una serie de consultas mediadas por la ONU, aunque sin mucha esperanza de lograr un fin negociado del conflicto, ya que las partes ni siquiera entablarán contactos directos.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que participará en el inicio de las conversaciones este lunes, lanzó un “llamado urgente” a todas las partes a comprometerse en las consultas “de buena fe y sin condiciones previas en interés del pueblo yemenita”.

Pero las posiciones de las distintas partes están tan alejadas que los representantes ni siquiera se sentarán a hablar, sino que se desarrollarán “discusiones de proximidad”, dijo el portavoz de la ONU Ahmad Fawzi.

La participación de diferentes grupos yemeníes ha sido largamente negociada con el enviado especial de la ONU en Yemen, el mauritanio Ismail Uld Shej Ahmed, indicó el portavoz.

Para el diplomático, que será el vínculo entre ambas delegaciones situadas en habitaciones diferentes, este acercamiento “deja la esperanza de que en algún momento puedan estar juntas”.

Este es el primer encuentro de ambas delegaciones desde la salida del presidente Abd Rabo Mansur Hadi de la capital en febrero, después de que las milicias hutíes y sus aliados, muchos de ellos partidarios del ex presidente, Ali Abdalá Saleh, lograran controlar Saná.

Hadi intentó refugiarse en Adén, pero ante el avance de las milicias chiitas decidió huir a Arabia Saudita.

El encuentro en Ginebra se produce casi tres meses después del inicio el 26 de marzo de una campaña de bombardeos de una coalición de países árabes liderada por Arabia Saudita. Estos intensos bombardeos han debilitado la capacidad militar de los rebeldes, aunque sin marcar un punto de inflexión en el conflicto.

“Es muy poco probable que las negociaciones prosperen. De hecho cada parte parece inflexible y poco inclinada hacia el compromiso”, estimó Laurent Bonnefoy, experto en Yemen.

Sin embargo, este investigador del Centro de Investigaciones Internacionales de (Ceri) de Sciences Po, afirma que ante la proximidad del Ramadán, existe la oportunidad de que Arabia Saudita ofrezca alguna tregua.

Negociaciones aplazadas

Las negociaciones tuvieron que ser aplazadas 24 horas, ya que la salida de Sana de la delegación de los rebeldes y de sus aliados se negó a despegar mientras la ONU no emitiera una “declaración oficial” sobre la modalidad que seguirá el proceso.

Por su parte, los representantes del gobierno, liderados por el ministro de Relaciones Exteriores Ryad Yassin, reiteró para que exista un acuerdo se debe respetar la resolución 2216 del Consejo de Seguridad de la ONU, que estipula que los rebeldes deben retirarse de los territorios conquistados.

“Todo cese el fuego debe tener como condición la retirada de las milicias de todas las zonas” que conquistaron, dijo a la prensa el domingo.

Yemen es el único país de la Primavera Árabe donde el levantamiento popular de 2011 llevó a la salida negociada del presidente Saleh, sustituido por quien era su vicepresidente, Hadi. El ex mandatario permaneció en el país y pudo obtener inmunidad.

Tras permanecer en el poder 33 años, el ex mandatario siguió teniendo mucha influencia en el ejército, y selló una alianza con los hutíes, pese a que los había combatido anteriormente en una dura campaña entre 2004 y 2010.

Los rebeldes hutíes de Ansarualá provienen de la comunidad chiita zaidita, que representa cerca de un tercio de la población. Hadi, un sunita del sur de Yemen es el primer presidente del país que no forma parte de esta comunidad.