¿Te imaginas estar caminando en verano y ver que comienzan a caer pequeños copos de nieve, y que luego de acercarte a tocar uno notas que no están frío y que hay cosas muy pequeñas moviéndose en su interior? Por más extraño, aterrador y de película que esto pudiese sonar, es la realidad que al menos dos veces al año pasan los habitantes de varias localidades de Australia: Una lluvia de araña voladoras.
Como recoge el diario británico The Guardian, este fenómeno se cono como Ballooning o Kitting, sin embargo, en la zona es llamado “Cabello de ángel”, debido a que los campos se cubren de la seda de estos pequeños arácnidos que bajan por miles desde los cielos, cual ejército de paracaidistas en combate. El resultado es un espectáculo muy curioso pero poco agradable para quienes lo presencian.
Si la curiosidad finalmente nos vence ¿nos podríamos topar con algo peligroso si tocamos las telas? La respuesta es no. La familia de las arañas que suelen realizar este fenómeno llevan por nombre Linyphiidae y se caracterizan por ser muy pequeñas y no venenosas, aunque esto no quita que pudiese ser un tanto incómodo para algunos y totalmente terrorífico para otros.
La explicación del fenómeno, aún es un tanto confusa pero todo apuntaría a una migración masiva para cambiar zonas de casa o evitar sobrepoblación de la especie en un solo lugar.
Para realizar esta verdadera hazaña, las arañas primero comienzan a subir a zonas elevadas de su hábitat en los días claros y con brisa, para luego lanzar hebras muy finas de su tela al viento, comenzando a crear un verdadero “paracaídas natural” de hilos que al poco tiempo provocan que sean arrastradas por la brisa, logrando alcanzar varios kilómetros de distancia con un solo vuelo en condiciones óptimas.
Cuando el grupo llega a un lugar adecuado se forma un manto de tela entre los arbustos y plantas del lugar al momento de descender, que sirve como una zona de cría para los más jóvenes o sólo de paso para seguir su camino posteriormente.
A pesar de no ser un fenómeno tan conocido, es de carácter recurrente, dándose una o dos veces de cada año en varias zonas de Australia y otros lugares del mundo.