De acuerdo a un estudio realizado por la consultora Chile 3D, uno de cada tres chilenos admite sentir altos niveles de estrés en su vida diaria. Si a esto le sumamos los datos entregados por la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), que indican que cerca de 38% de las licencias médicas son por este motivo, resulta importante aprender a manejarlo.

“La mayoría de las personas tiende a dar una connotación negativa a la palabra estrés, y si bien en muchos casos es así, estamos frente a una visión sesgada, puesto que dependiendo del control o gestión que tengamos sobre él, puede convertirse en un estrés positivo, que nos ayuda a superar algunos retos que debemos enfrentar diariamente”, explica Rinat Ratner, nutricionista y asesora del programa “Vivir Bien” de Sodexo Servicios de Beneficios e Incentivos.

El estrés debe entenderse como una respuesta automática del organismo para adaptarse a situaciones –negativas o positivas– que ocurren en el día a día. Es decir, es la reacción natural del ser humano para enfrentar alguna amenaza con la finalidad de salir triunfantes de ella.

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En este sentido, Sodexo Servicios de Beneficios e Incentivos, a través de su programa Vivir Bien, y con el propósito de mejorar la calidad de vida de las personas, tanto en su lugar de trabajo como a nivel familiar, señala que es adecuado ampliar este concepto con el fin de abarcar acciones correctivas y preventivas.

¿Sabías que existen distintos tipos de estrés?

· Estrés: es la respuesta natural de nuestro organismo a un estímulo.

· Ansiedad: es la emoción que surge ante una amenaza.

· Estrés positivo o eustrés: es cuando la persona ve que las consecuencias frente al estímulo serán favorables. “Por ejemplo, un ascenso genera estrés positivo, siendo la respuesta de nuestro organismo una reacción que nos permite estar alerta, con más energía y más motivados”, agrega Ratner.

· Estrés negativo o distrés: es la respuesta desproporcionada de nuestro organismo frente a un estímulo. En el ámbito laboral pueden resultar situaciones amenazantes la sobrecarga de trabajo, el tiempo o la falta de autonomía, pero esto se debe a que tendemos a pensar que nuestra capacidad de respuesta no es suficiente frente a la demanda.

Por esta razón resulta muy importante el trabajo en conjunto entre el empleador y el trabajador, para transformar el estrés negativo en una respuesta favorable frente a las situaciones del diario vivir.