La senadora Jacqueline van Rysselberghe no comprometió su voto para extender las facultades del Programa de Derechos Humanos, de manera de permitir que la repartición pueda querellarse a nombre de los miles de torturados durante la dictadura.

Uno de los temas que seguramente deberá someter a votación Jacqueline van Rysselberghe, como nueva presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, es una eventual ampliación de competencias para el Programa dependiente del Ministerio del Interior.

Actualmente el Programa de Derechos Humanos sólo puede querellarse por las desapariciones forzosas y ejecuciones perpetradas durante el régimen militar, dejando fuera de su ámbito la representación de víctimas de torturas, que en la Región del Bío Bío llegan a más de 4 mil.

Desde Concepción, la Agrupación de Ex Presos Políticos llamó al Gobierno a impulsar una ley que extienda las facultades de la repartición.

Consultada sobre su postura ante un proyecto legal en ese sentido, la senadora Van Rysselberghe indicó que se trata de una materia que deberá ser estudiada acabadamente.

En la otra vereda, el diputado Tucapel Jiménez, miembro de la Comisión de Derechos Humanos en la Cámara Baja, dijo que es indispensable actuar, mostrándose a favor de permitir que las víctimas de tortura sean representadas por el Estado ante los tribunales.

Una de las vías a través de las cuales se podrían hacer modificaciones al Programa de Derechos Humanos es justamente en la ley que impulsa la subsecretaría para el sector y que actualmente se tramita en el Congreso.