Su renuncia al cargo presentaría el administrador del Juzgado de Garantía de Tomé, tras regresar de los 53 días de vacaciones otorgadas por la Corte de Apelaciones de Concepción, no obstante las dos investigaciones en su contra por presuntas irregularidades.

La decisión habría sido tomada por Werner Arellano tras conseguir que en un procedimiento extraordinario sus superiores jerárquicos le concedieran el extenso feriado. La renuncia pondría fin a los sumarios, evitando eventuales sanciones disciplinarias.

El funcionario es cuestionado por el atraso en la tramitación de causas y también por un mal manejo de los dineros para el funcionamiento del juzgado.

Otro aspecto indagado son los 6 meses de licencias médicas que en los últimos dos años ha utilizado Arellano, lo que sería equivalente a una salud incompatible con el cargo.

A las investigaciones se habrían incorporado, además, los antecedentes comerciales que tiene el administrador de juzgado en el boletin del Dicom, donde aparece con una deuda de 600 mil pesos por una docena de cheques protestados en el último tiempo.