Como doctor, policía, preso, padre de familia o cualquier otro personaje imaginable, J.K. Simmons se ha convertido a lo largo de sus 25 años de carrera en el perfecto actor de reparto para el cine y la televisión gracias a su versatilidad.
Su aclamada interpretación de profesor de jazz en “Whiplash”, cuyos métodos rozan la tortura y el abuso, le llevó este domingo directo al Óscar a Mejor actor de reparto, el mayor reconocimiento a una carrera con pocos premios.
“Estoy agradecido cada día por estar con la persona más extraordinaria que conozco, mi esposa, la maravillosa Michelle Schumacher. Estoy agradecido por tu amor, tu bondad, tu sabiduría, tu sacrificio y tu paciencia”, dijo, en toda una declaración de amor.
“Aunque tengo que seguir intentando ser más paciente, Joe y Olivia, son unos seres humanos extraordinarios, listos, graciosos, amables y eso es gracias a que son el reflejo de vuestra madre. Y si pueden, llamen a su madre”, bromeó el actor de 60 años al recoger su estatuilla dorada en el teatro Dolby de Hollywood.
Su papel de Terence Fletcher le vino como anillo al dedo gracias a su formación previa en la música, por la que apostó antes de creer que podía ganarse la vida como actor.
Este profesor de jazz, que despierta miedo y pasión entre sus alumnos, lleva al límite mental y físico a Andrew Neyman, un diamante en bruto de la batería.
Sus técnicas rozan el maltrato y plantean preguntas éticas sobre el abuso, pero Andrew entiende que esa presión puede convertirle en el gran baterista que siempre ha soñado.
Simmons arrasó en la temporada de premios con un Globo de Oro, el premio del sindicato de actores (SAG) y el BAFTA británico.
Por eso, sus competidores Robert Duvall (“El juez”), Ethan Hawke (“Boyhood”), Edward Norton (“Birdman”) y Mark Ruffalo (“Foxcatcher”) llegaron a la ceremonia de los Óscar sabiendo que sus opciones eran muy bajas.
“No podía imaginar a nadie más interpretando a este personaje”, dijo el director, Damien Chazelle, a la revista Entertainment Weekly.
“Tiene la habilidad de asustarte y hacerte reír al mismo tiempo”, agregó el director.
Actor fetiche
Nacido el 9 de enero de 1955 en Detroit (norte de EEUU), Jonathan Kimble Simmons, Kim para los amigos, siempre ha hecho gala de amar todos los géneros interpretativos, y en especial “las películas que son inteligentes y divertidas”.
“Me gusta actuar. Pero cualquier otro aspecto del mundo del espectáculo me aburre”, declaró en una ocasión.
Su carrera destaca por ser uno de los actores fetiches del director Jason Reitman, que ha contado con él para “Thank You for Smoking” (2005), la aclamada “Juno” (2007) -interpretaba al padre de Ellen Page-, “Up In The Air” (2009) y “Men, Woman & Children” (2014).
Simmons también es otro de los intérpretes de cabecera del cineasta Sam Raimi. Encarnó al editor J. Jonah Jameson del periódico Daily Bugle en su trilogía de “Spider-Man” (2002, 2004 y 2007), además de “The Gift” (2000).
Su popularidad creció con las series “Oz” (1997-2003), donde dio vida al temible preso neo-nazi Vernon Schillinger, y “The Closer” (2005-2012), en la que hacía del asistente de polícia Will Pope.
Su carrera también incluye papeles en “Jobs” (2013), “The Ladykillers” (2004) de los hermanos Coen, “The Mexican” (2000), “The Cider House Rules” (1999), “El chacal” (1997) y “The First Wives Club” (1996).
El director argentino Juan José Campanella, que en 2009 se llevó cinco Óscar por “El secreto de sus ojos”- le dio un papel en su film “Ni el tiro del final” (1998).
“Whiplash” ha sido un hito que dio vuelco a su carrera: este año estrenará cuatro films en los que tendrá el rol principal.
Discreto, familiar y comprometido con su profesión, comparte su vida desde 1996 con su esposa Michelle Schumacher, con la que tiene tres hijos.