El presidente francés François Hollande reveló el jueves, por vez primera y en nombre de la “transparencia”, la composición del arsenal nuclear de Francia, confirmando que el país tiene “menos de 300″ cabezas nucleares, en un discurso sobre la disuasión nuclear en la base aérea de Istres.
Afirmando que quiere “ir más lejos en la transparencia”, el jefe de Estado afirmó que no teme “informar que Francia dispone de tres lotes de 16 misiles portados por submarinos y de 54 vectores (misiles) ASMPA” que equipan aviones de combate de la disuasión aérea.
“Deseo que todos los Estados que disponen del arma nuclear hagan el mismo esfuerzo de verdad para todas las categorías de armas de sus arsenales nucleares”, dijo Hollande.
Sostuvo que Francia fue ya “ejemplar” al revelar “el volumen total de sus reservas de armas, es decir menos de 300″.
Esa precisión fue aportada por su predecesor Nicolas Sarkozy en marzo de 2008, ya en nombre de la transparencia y rompiendo con el secreto absoluto que prevalecía en la época sobre el tema.
Hollande recordó en su discurso la “prioridad” dada por Francia al “cese definitivo de la producción de materias fisiles” destinadas a las armas nucleares, y que la negociación al respecto “no pudo empezar a falta de acuerdo de los principales Estados concernidos”, a los que exhortó a “emprender sin tardanza esa discusión”.
“Francia propondrá en las próximas semanas un proyecto de tratado ambicioso, realista y verificable”, agregó.
El jefe de Estado afirmó asimismo que “no se plantea” que Francia “baje la guardia” de la disuasión nuclear. “El contexto internacional no autoriza ninguna debilidad”, dijo.
“En un mundo peligroso, y lo es, Francia no quiere bajar la guardia”, insistió, sosteniendo que “no puede ser descartada” la “posibilidad de conflictos futuros entre Estados que nos conciernan directa o indirectamente”.
“En el dominio nuclear militar, nuevas potencias han aparecido en los últimos 20 años”, señaló, estimando que el “aumento del número de Estados que poseen el arma nuclear es un riesgo mayor para la paz en las regiones concernidas, pero también para la seguridad internacional”.
Eso explica “nuestra posición desde hace ya varios meses, si no años, en las negociaciones con Irán: sí al nuclear civil, no al arma nuclear”, resumió.
“El problema por ahora es que Irán no nos ha demostrado todavía que quiere renunciar a la bomba, pero en cuanto lo haga, el acuerdo será firmado”, concluyó.