La investigación sobre los atentados de Copenhague seguía avanzando este miércoles, el mismo día en que será enterrada una de las víctimas, un judío de 37 años abatido a tiros por el presunto agresor, cuya identidad fue confirmada.
La policía indicó que se trata de Omar El Husein, un danés de origen palestino, y dio más detalles sobre los atentados, que dejaron dos muertos y cinco heridos, todos dados ya de alta.
El joven de 22 años había intentado primero ingresar sin éxito al centro cultural, según un comunicado de la policía, pero al final lo consiguió.
En total disparó 28 balas con un M 95, un fusil militar que los investigadores hallaron en Mjølnerparken, el barrio de viviendas de protección oficial donde creció el joven.
Una de las balas fue fatal para su primera víctima, abatida en una calle cercana.
Cuando el presunto agresor fue a su vez abatido por la policía el domingo de madrugada, llevaba consigo pistolas de 7,5 mm y de 9 mm, las armas usadas horas antes en su segundo ataque, en el exterior de una sinagoga, según los investigadores.
Según los medios daneses, la policía disparó 30 veces contra Husein.
“Vació todo el cargador”
Según la prensa sueca, fueron los dos policías suecos encargados de garantizar la seguridad de Lars Vilks — caricaturista y bestia negra de los islamistas desde que representó a Mahoma con cuerpo de perro en 2007— los que replicaron en el ataque al centro cultural.
“Uno de ellos vació su cargador contra el asaltante, y puso fin al ataque”, indicó al diario Sydsvenskan un policía que requirió el anonimato.
Los dos agentes suecos “se comportaron de forma ejemplar, estamos orgullosos de la forma en que reaccionaron en esta situación tan difícil” dijo a este diario un responsable de la policía sueca, Jarl Holmstrom.
Husein, que posiblemente llevaba un chaleco antibalas, logró huir en automóvil.
Entierran a judío muerto en atentado
Por otro lado, Dan Uzan, que murió de una disparo en la cabeza ante la sinagoga, será enterrado este miércoles en un cementerio judío de la capital danesa.
La comunidad judía lamentó en el diario Jyllands-Posten que la seguridad no haya sido reforzada en torno a sus instituciones en Copenhague tras los atentados de enero en París, uno de ellos contra un supermercado kósher en el que murieron cuatro judíos.
Sin embargo, alentados por las manifestaciones de solidaridad, los judíos daneses no escucharon los llamados a emigrar a Israel lanzados por el primer ministro hebreo Benjamin Netanyahu.
“Somos judíos daneses pero somos daneses y no es el terror lo que nos hará partir hacia Israel”, declaró a la AFP un representante de la comunidad judía, Jeppe Juhl.
Dirigiéndose a los judíos europeos, Netanyahu proclamó el domingo en un comunicado: “Israel es vuestro hogar. Estamos preparados para acoger una inmigración masiva procedente de Europa”.
También ha sido criticada la actitud de los servicios de inteligencia (Pet) daneses, que fueron alertados en septiembre de un “riesgo de radicalización” del presunto autor de los atentados, entonces encarcelado, pero consideraron entonces que nada hacía “creer que planificaba un ataque”.