En dos años estaría vigente el nuevo plan regulador de la comuna de Arauco, que busca alejar los bosques de las casas. La idea es evitar que el fuego amenace los sectores poblados. Para los vecinos los cortafuegos, que actualmente existen, son insuficientes.
El cielo cubierto de humo y casi 1.500 hectáreas consumidas por las llamas, son parte de las consecuencias del incendio que se desató el fin de semana en Laraquete, comuna de Arauco.
Las cerca de 65 familias del sector El Cajón, están asustadas, ya que han visto cómo el fuego se acerca a sus casas y temen una tragedia mayor.
La presidenta de la junta de vecinos, Mónica Méndez, solicitó que se amplíe la distancia entre el cortafuegos y las viviendas.
No es la primera vez que el fuego causa problemas en Arauco, pues el 2013 las llamas amenazaron los poblados de la zona costera.
En Punta Lavapié los cortafuegos no detuvieron el avance del incendio, y la gente tuvo que salir de sus casas e incluso escaparon en botes de las llamas.
Sólo en esta comuna la forestal Arauco tiene casi 60 mil hectáreas de bosque nativo y plantaciones de pino y eucalipto.
La cercanía de los árboles con las casas fue el asunto que estuvo en la palestra. Hubo compromisos con la empresa de crear cortafuegos y según el alcalde, Mauricio Alarcón, se cumplieron. Ahora trabajan en crear un nuevo plan regulador para normar el tema. En un año y medio o dos, estaría vigente.
Pero ¿qué pasa mientras no exista un plan regulador que norme la distancia entre casas y plantaciones? Desde la empresa Arauco, informaron que en noviembre comenzaron el trabajo para esta temporada y realizaron cortafuegos en varios sectores de la comuna y la región. Se trata de una práctica habitual, según señaló David Gutiérrez.
El Bío Bío es zona forestal y de ahí nace la preocupación del consejero regional, Félix González, quien indicó que si bien existe un convenio de programación entre el Ministerio de Agricultura y Gobierno Regional, donde se trabaja en la prevención de siniestros, aún existen temas pendientes.
No sólo cientos de hectáreas devastadas dejan los incendios forestales, ya que también contribuyen al efecto invernadero, el humo afecta la salud de las personas y generan daños al ecosistema.