Un gran debate científico ha abierto el hallazgo de una estructura de hielo con forma de anillo en la Antártida, el que aún no logran saberse su origen.

El fenómeno fue avistado por un equipo alemán del Instituto Alfred Wagener (AWI), quienes el pasado 20 de diciembre comentaron su primera hipótesis: la huella de impacto de un meteorito. Sin embargo, aún existen dudas.

El cráter, de unos 3 kilómetros de diámetro, ha sido analizado con radar y altímetro, con el fin de establecer su origen, que ha provocado titulares en todo el mundo.

Olaf Eisen, glaciólogo de la AWI, detalló un segundo origen que respondería a una especie de dolina de hielo, que es agua fusionada profunda que comienza a filtrarse y romper el subsuelo, generando agujeros que ocurren sin aviso previo en distintas partes del mundo.

“Si el agua en fusión drena de repente, como ocurre a menudo, la superficie del glaciar se desestabiliza y colapsa, formando un cráter redondo. Depresiones de hielo como esta se han observado en Groenlandia y en las plataformas de hielo de la Península Antártica desde la década de 1930″, explica Eisen.

Alfred Wegener Institute

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Pero esta hipótesis genera más incertidumbres. “Para formar una dolina de hielo de este tamaño, se necesitaría un depósito considerable de agua de deshielo. Por lo tanto, tendríamos que preguntarnos, ¿de dónde vino toda esa agua? ¿Qué procesos de fusión han causado tal cantidad de agua y cómo influye esta fusión en el patrón climático de la Antártida oriental?”, se cuestiona.

Todas interrogantes no lograrán una resolución hasta varios meses después, ya que una nueva expedición a la zona, ubicada en la Antártida oriental, no podrá ser realizada hasta finales de 2015 por el corto verano antártico, reportó el diario ABC.