Esta noche muchos celebrarán la llegada del nuevo año con un vaso de champaña y luego continuarán el festejo con cola de mono, piscola y otros tragos.

El problema es que probablemente al día siguiente, el dolor de cabeza y los malestares se vuelvan algo insoportables.

“El mareo que puedes sentir después de la champaña se debe tanto a que el cerebro consigue menos de oxígeno como a los efectos propios del alcohol”, explica el investigador del Instituto de Genética del Comportamiento de la Universidad de Colorado, Boris Tabakoff, quien estudia cómo actúa el alcohol en el organismo.

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El especialista señaló que las burbujas de la champaña son dióxido de carbono (CO2), el cual compite con el oxígeno en nuestro torrente sanguíneo.

Además, tal como complementa un artículo del Servicio de Salud de la Universidad de Princeton, el dióxido de carbono “incrementa la presión en tu estómago, forzando al alcohol a salir a través del recubrimiento del estómago hacia el torrente sanguíneo”, lo que puede acelerar la velocidad de absorción del alcohol, aunque sea temporalmente.

En este sentido, uno de los consejos más importantes para evitar la resaca es beber agua entre cada copa y así prevenir la deshidratación propia del exceso de alcohol.

Tabakoff explica que cuando comienzas a beber “una hormona que controla el balance de agua y que es antidiurética, se suprime” y eso puede hacerte eliminar más líquido del habitual, provocándote dolor de cabeza.

Pero la deshidratación no es la única razón para que te duela.

“Se ha demostrado que altos niveles de alcohol en el cerebro pueden causar neuroinflamación, básicamente, la inflamación del cerebro”, indicó. Por lo mismo, medicamentos antiinflamatorios como el ibuprofeno o la aspirina, pueden ayudar.

Además, muchas bebidas alcohólicas, como vinos y cervezas, contienen subproductos tóxicos de la fermentación, llamados aldehídos. Estos últimos, potencian el malestar.

“Si estos compuestos se acumulan en el cuerpo, pueden liberar hormonas de estrés, como la adrenalina y la noradrenalina, las que -como tales- te provocarán una reacción similar al estrés, pavimentando el camino hacia una resaca”, dice Tabakoff.

Los alcoholes destilados contienen menos de estos compuestos tóxicos que otros tipos de alcohol. Por esta razón, algunas personas dicen sentir menos resaca cuando beben vodka o ginebra.

Tabakoff dice que algunas maneras científicamente comprobadas para evitar las molestias son comer algo antes de beber, y mientras bebes.

“La comida es muy buena para retardar la absorción de alcohol”, enfatiza.

Además, si añades jugo y bebidas no alcohólicas azucaradas a tus tragos también reduces la velocidad de absorción del alcohol. De hecho, el especialista dice que un estudio determinó que si pones bebida light a tu trago en lugar de corriente, es probable que te emborraches más.

Cecile Marczinski, psicóloga cognitiva y autora de ese estudio, determinó que la concentración media de alcohol en el aliento de quienes bebían tragos con refrescos light era de 0.091 y de los que probaron bebidas corrientes, de 0.077, pese a que consumieron la misma cantidad.

“Estaba un poco sorprendida por los resultados, ya que el aumento del 18% era una diferencia grande”, indicó Marczinski.

Otra recomendación de Tabakoff es beber un trago por hora, ya que de esta manera, nuestros niveles de alcohol en sangre no se acumulan tanto.

Eso sí, el experto hace el alcance de que las personas más grandes tienden a ser capaces de tolerar más el alcohol, y las pequeñas menos. Así que si eres de contextura delgada y baja estatura es probable que te emborraches más rápido que tus amigos.

12 claves

1. Come alimentos grasos y evita los dulces antes de beber

Siempre debes comer algo antes de beber. Además, es mejor elegir alimentos con contenido graso, ya que éstos retardan la absorción del alcohol, por el contrario de los dulces, que aceleran este proceso.

2. No bebas más de un vaso por hora

Un vaso por hora es la cantidad promedio que tu cuerpo puede metabolizar sin que el alcohol se acumule y luego provoque efectos nefastos.

Es el caso del vino la porción que puedes beber cada una hora es de 150 ml (una copa), si es cerveza son 350 ml (una lata) y en el caso del pisco sólo 40 ml. (1/5 de un vaso).

3. Deja el vaso sobre una mesa y no lo cargues en tu mano

Esto te ayudará a beber más lento. Si lo llevas en tu mano, ingerirás el alcohol mucho más rápido.

4. No consumas alcohol adulterado

Evita beber si estás en un lugar poco confiable, ya que si ingieres una bebida alcohólica “arreglada” las consecuencias pueden ser peores. Siempre observa cómo preparan tu trago.

5. Evita tomar paracetamol

Combinar paracetamol y alcohol no es una buena idea, pues podrías dañar al hepatocito (célula funcional del hígado). Opta por el ibuprofeno o aspirina.

6. Hidrátate bien

Toma un vaso de agua por cada vaso de alcohol. De esta forma, te mantendrás hidratado, y evitarás tener una resaca insoportable al día siguiente.

7. Evita alimentos picantes

El consumo de alimentos irritantes empeoran el malestar post fiesta.

8. Duerme bien

Después de beber, descansa lo más posible y recuéstate de lado, para evitar un broncoespasmo por reflujo.

9. No fumes

Si quieres beber, evita fumar, o al día siguiente te sentirás como si un camión te hubiese pasado por encima.

10. Mezclar alcohol con bebidas energizantes

Esta combinación puede llegar a provocar problemas cardíacos como taquicardia, hipertensión arterial y otros.

11. Come espárragos

Una investigación realizada por especialistas del Instituto de Ciencias Médicas de Toronto (Canadá) y la Universidad Nacional de Jeju en Corea del Sur determinó que el espárrago no sólo alivia los síntomas de la resaca, sino que también protege el hígado.

12. No bebas café

Una gran cantidad de café conduce a una mayor deshidratación y podría hacer que tu resaca sea peor. Después de beber, lo mejor es evitar cualquier bebida o alimento con cafeína. En su lugar, toma agua para contrarrestar la deshidratación.