Centenares de mexicanos siguieron marchando pacíficamente este domingo en varios puntos del país para reclamar justicia por la desaparición y posible masacre hace siete semanas de 43 estudiantes en la ciudad de Iguala (Guerrero, sur), y exigiendo la dimisión del presidente Enrique Peña Nieto.
En Ciudad de México, unas 3.000 personas convocadas por la llamada Asamblea Interuniversitaria marcharon esta tarde por el emblemático paseo de la Reforma al grito incansable de “¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!”.
Un cartel donde se veía a un solemne Peña Nieto con una nariz de payaso y bajo las frases “Fue el Estado” y “Fuera EPN (Enrique Peña Nieto)” se convirtió en la imagen de reclamo para la manifestación.
El presidente llegó el sábado en la noche a México después de su cuestionada gira de seis días por China y Australia, donde participó en las cumbres de la APEC y del G20 y que muchos mexicanos consideraron desafortunada por la indignación y conmoción que se vive en el país.
México vive desde hace semanas una ola de multitudinarias manifestaciones que se han radicalizado desde el pasado día 7, cuando la fiscalía general reveló la declaración de tres presuntos sicarios del cártel Guerreros Unidos que confesaron haber asesinado a los estudiantes, quemado sus cuerpos y arrojado sus restos en un río.
Después de una semana de protestas violentas que incluyeron la quema del Parlamento de Guerrero o el intento de incendio de la puerta del palacio presidencial en la capital, este domingo las marchas tuvieron un carácter pacífico.
En Chilpancingo, capital de Guerrero, un centenar de pequeños comerciantes, obreros y amas de casa marcharon esta mañana vestidos de blanco y pidiendo paz para el estado.
“Esto es un ‘ya basta’ de la sociedad civil, una exigencia de justicia para evitar que vuelva a suceder lo de Iguala. No tiene palabras el horror de lo que ocurrido ahí”, dijo a la AFP Cosobi Guzmán, un joven participante en la marcha.