Las tiendas de marihuana florecieron en Denver desde que el estado de Colorado legalizó su uso recreativo en enero. Pero la popularidad de los bombones con cannabis ha sido una sorpresa y ahora los padres están preocupados de que sus niños los coman en Halloween.

Muchos se contentan con consumir la marihuana a la manera tradicional y así celebrar su legalización en el estado de las Montañas Rocosas, en el centro-oeste de Estados Unidos.

Pero la ingestión alternativa está en auge. Basta visitar una de los 282 dispensarios en Colorado para ver que el cannabis puede ser horneado, licuado o rociado en prácticamente cualquier comida: caramelos, galletas, trufas de chocolate, bebidas, cereal y hasta salsa de tomate.

En la sede del fabricante de Growing Kitchen, a 30 minutos de Denver, hay dos productos estrella: las “rookie cookies” o galletas para principiantes, y las “chill pill”, que son pastillas azucaradas.

Las primeras tienen 10 miligramos de THC, el ingrediente activo del cannabis, y las segundas la mitad de esta dosis.

En tres habitaciones de este edificio, las plantas florecen bajo una cegadora luz artificial. Los empleados cortan las flores y las ponen a secar. De allí extraen un aceite concentrado con 65 a 85% de THC.

En una cocina comercial, jóvenes trabajadores mezclan mínimas cantidades de este aceite en masas de galletas y otras golosinas, que suman más de 7.000 por semana.

CARAMELOS IDÉNTICOS

Los comestibles están mostrando tener un gran potencial comercial, incluso más que la marihuana fumable, dijo Holden Sproul, el gerente de ventas de Growing Kitchen.

“Estos productos no son fáciles de preparar en casa. No es muy simple extraer el aceite de cannabis”, explicó.

La discreción es otra gran ventaja. “Y puedes ingerir exactamente la dosis necesaria para el efecto que buscas: energía, sueño o mitigación del dolor”, dijo Sproul.

Growing Kitchen vende sólo productos originales que difícilmente se confundirían con golosinas y galletas de otras marcas. No obstante, en los dispensarios se pueden comprar caramelos que parecen genéricos, pero que llevan rociada una capa de aceite de cannabis.

La falta de regulación en el mercado para esta clase de dulces ha alarmado a los padres de la asociación anti-cannabis Smart Colorado, que financió dos carteles publicitarios gigantes en Denver donde advierten a los padres que se cuiden este viernes, cuando se celebra Halloween.

En esta típica fiesta estadounidense, los niños se disfrazan de motivos de terror y recorren los vecindarios pidiendo dulces y bombones en cada puerta, o de lo contrario sus dueños serán víctimas de “una travesura”. Los adultos esperan a los niños con montones de golosinas y los pequeños acaban con épicas indigestiones.

“¿Puedes descubrir cuál de estos es una droga?”, dicen los carteles que colgó Smart Colorado. Y, debajo, coloca fotos de bombones aparentemente inofensivos.

“Hay gente que ni siquiera sabe que la marihuana puede venir en un caramelo”, se alarma Gina Carbone, miembro fundadora del grupo.

“El verdadero problema es: ¿por qué la industria está poniendo marihuana en caramelos para niños? Estos artículos están siendo mercadeados directamente a los niños”.

A PRUEBA DE NIÑOS

Es cierto que los adultos también comen dulces.

Pero tras varios casos de emergencias por niños que accidentalmente comieron cannabis, los legisladores de Colorado endurecieron en mayo las regulaciones de los comestibles y pidieron al Departamento de Salud que formule lineamientos, como un color o marca que los identifique fácilmente.

Los funcionarios de Salud obedecieron, pero desataron un gran alboroto cuando propusieron la semana pasada unas reglas que habrían prohibido toda forma de cannabis comestible, excepto en algunos líquidos y pastillas.

Si bien estas recomendaciones fueron retiradas de inmediato, sí pusieron a sudar a los productores de cannabis.

“Creo que fue una recomendación reaccionaria”, dijo Julie Dooley, cofundadora de Julie and Kate’s Baked Goods, que vende granola con marihuana.

Madre de tres niños, Dooley desestimó las preocupaciones. “No hay ningún dato sólido que pruebe que los comestibles regulados estén causando ninguna clase de epidemia”, dijo.

Y las autoridades ya requieren que los vendedores usen empaques a prueba de niños, así como el que se utiliza en los productos farmacéuticos y el alcohol, destacó Sproul.

Por el momento, sólo los estados de Colorado y Washington, ambos en el oeste, han legalizado el consumo recreativo de la marihuana. Otros 23 estados, más la capital, ya aprueban su uso terapéutico.