Se codeaba con las principales personalidades españolas -y llegó incluso a asistir a la proclamación del rey Felipe VI- haciéndose pasar por representante del gobierno, pero todo era una farsa del “pequeño Nicolás”, cuya historia ha causado perplejidad en España.
Francisco Nicolás Gómez Iglesias, el “pequeño Nicolás” como ya es conocido, fue detenido el 14 de octubre por hacerse pasar por un asesor de la vicepresidenta del gobierno español, Soraya Saénz de Santamaría, para pedir 25.000 euros a un empresario con la promesa de intermediar en una venta de un inmueble.
Su arresto por este caso, acusado de falsedad documental y estafa, destapó la rocambolesca historia de este joven, de 20 años, que supuestamente se hacía pasar por representante del ejecutivo e incluso de la realeza.
“Tuvo por lo menos 10 o 15 reuniones conmigo. Venía de parte de la Casa Real para interceder en la imputación de Manos Limpias contra la Infanta”, explica a la AFP Miguel Bernad, de la organización ultraderechista Manos Limpias, que ejerce la acusación particular en el caso por presunta corrupción contra la infanta Cristina, hermana del rey Felipe VI, y su esposo, Iñaki Urdangarin.
“Me parecía totalmente creíble, con sus coches, escoltas, no era ninguna fantasmada”, añade Bernad.
En el besamanos del rey Felipe VI
Tras su arresto, sus fotos, que él mismo subía a las redes sociales, junto a personalidades como el expresidente conservador español José María Aznar o el exdirector del FMI Rodrigo Rato, cubrieron las páginas de los diarios.
“Las fotografías fueron su herramienta. Se presentaba a sus reuniones de negocios con su álbum fotográfico” para demostrar sus contactos, según el diario El Mundo.
La que más sorpresa causó fue la que lo muestra en el exclusivo besamanos de la proclamación de Felipe VI, aunque la Casa Real insiste en que no se coló y que acudió como acompañante de uno de los invitados, cuya identidad sigue siendo un misterio.
Tampoco se explica nadie cómo este joven, hijo de una familia humilde y estudiante de derecho en una exclusiva universidad privada madrileña, pudo moverse tan libremente en círculos tan selectos.
“Esta instructora no acierta a comprender cómo un joven de 20 años, con su mera ‘palabrería’ aparentemente con su propia identidad puede acceder a las conferencias, lugares y actos a los que accedió sin ‘alertar’ desde el inicio de su conducta a nadie”, escribía en un documento judicial la magistrada que investiga el caso.
Y eso “por muy de las juventudes del Partido Popular que manifieste haber sido”, añadió la jueza, en referencia a un joven que según el informe del médico forense tiene “una florida ideación delirante de tipo megalomaníaco”.
Mago de las relaciones públicas
El abogado del joven, Israel Paz, que ya no hace declaraciones a la prensa, aseguraba recientemente a la radio Onda Cero que “nunca suplantó a nadie porque siempre actuó bajo su propio nombre”.
El joven habría empezado a construir sus relaciones con quince años cuando, según El Mundo, se presentó en la fundación FAES, un “think tank” del gobernante Partido Popular (PP, derecha).
“Era un chico que manejaba las relaciones públicas como nadie. Nos ofreció traernos a los mejores alumnos de los mejores colegios. Y cumplía”, relató a ese diario el actual secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz.
Sin embargo, “en ningún momento ha sido afiliado del PP o de Nuevas Generaciones. No hay ningún vínculo oficial”, dijeron a la AFP fuentes de esta formación conservadora.
Este extraño caso suscitó perplejidad en España, donde en pocos días se multiplicaron en las redes sociales falsos perfiles de este joven con comentarios jocosos como “jugando al tute con el papa Francisco”.
Y el día de su arresto, la policía lo anunciaba con el tuit “Detenido en Madrid 1 farsante a lo ‘Atrápame…’: con chófer y placas falsas de policía, decía ser 1 alto cargo y agente del CNI (Centro Nacional de Inteligencia, ndlr) para estafar”.
Una referencia a la película de Steven Spielberg “Atrápame si puedes” (“Catch Me If You Can”, 2002), interpretada por Leonardo Di Caprio y Tom Hank, basada en la vida del estadounidense Frank Abagnale, quien ganó millones de dólares haciéndose pasar por piloto, médico y abogado.